Respuesta al artículo del Dr. Mark Miravalle sobre el Padre Michel Rodrigue

Respuesta al artículo del Dr. Mark Miravalle sobre el Padre Michel Rodrigue

Daniel O'Connor, Profesor, Master en Teología, candidato a Doctor

Traducción de Felipe Pérez Martí del artículo original:

https://www.countdowntothekingdom.com/4240-2/


28 de Diciembre de 2021


Introducción



El 13 de julio de 2020, el Dr. Mark Miravalle publicó un artículo:

https://www.motherofallpeoples.com/post/the-messages-of-father-rodrigue-a-theological-evaluation

en el que expresa su juicio negativo con respecto a la autenticidad de del P. Michel Rodrigue, cuyos mensajes pueden ser vistos aquí:

https://www.countdowntothekingdom.com/why-fr-michel-rodrigue/#messages

Yo, como colaborador del sitio web Cuenta Regresiva al Reino de Dios, CRRD, (que ha publicado varias de las charlas del Padre Michel), miembro de la Asociación Mariana Internacional que fundó el Dr. Miravalle y autor que ha citado favorablemente al P. Michel, siento el deber de responder a dicho artículo.

Como sabe cualquier lector de mis libros, respeto profundamente al Dr. Miravalle y, en general, aprecio mucho su discernimiento. Mi respeto por él se mantiene a pesar de esto y escribo esta publicación en un espíritu de amor fraterno. En este punto, sería útil repetir el primer punto del descargo de responsabilidad que CRRD ha hecho con respecto a cualquiera de los videntes escogidos para publicar sus obras y actividades en nuestro sitio web:

“No somos los árbitros finales de lo que constituye una auténtica revelación —esa es una prerrogativa exclusiva de la Iglesia— y siempre nos someteremos a la decisión final que tome en cada caso. Es con la Iglesia, entonces, que “sometemos a prueba” cada profecía o revelación: 'Guiado por el Magisterio de la Iglesia, el sensus fidelium sabe discernir y acoger en estas revelaciones todo lo que constituye una auténtica llamada de Cristo o de sus santos a la Iglesia. ' -Catecismo de la Iglesia Católican. 67)”

En ese sentido, en CRRD damos la bienvenida al discernimiento del Dr. Miravalle, aunque hubiéramos deseado que compartiera sus preocupaciones con nosotros antes de escribir el citado artículo en un espíritu de búsqueda de la verdad, porque creemos que el Dr. Miravalle ha llegado a una conclusión errónea y ha empleado una serie de falacias metodológicas graves para llegar a ella.

Nunca he conocido personalmente al P. Michel y tampoco he tenido la oportunidad de estudiar todas sus charlas (aunque otros miembros de nuestro equipo en CRRD, por supuesto, han examinado todo su material antes de publicarlo), pero quiero decir que hemos recibido innumerables cartas y comentarios de todo el mundo, tanto del clero como de los laicos, quienes han sido profundamente conmovidos por las presentaciones del P. Michel. Muchos han dicho que estas enseñanzas los han llenado de esperanza y alegría; que han vuelto a su fe como resultado de ello o que han comenzado de nuevo con más seriedad sus vidas de oración, la práctica de los sacramentos, la conversión e incluso la decisión sobre una posible vocación religiosa. Estas frutos son solo uno de los factores que consideramos notables de los cuales el Dr. Miravalle no estaba al tanto. De hecho, la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe considera que tales frutos son relevantes para juzgar a una persona en casos de este tipo. Dicha Congregación se refiere específicamente a lo importante que es para tales fenómenos de locuciones, visiones, etc., como las que el P. Michel afirma haber tenido, el


“... dar frutos por los cuales la Iglesia misma podría discernir más tarde la verdadera naturaleza de los hechos ...”- (Normas sobre el modo de proceder en el discernimiento de presuntas apariciones o revelaciones n. 2)

Pero si el P. Michel en algún momento termina siendo condenado u objetivamente comprobado como falso, entonces no perderé el sueño: nunca he manifestado tener, ni lo hago ahora, certeza sobre su autenticidad y CRRD no está diseñada para presentar a videntes específicos como que “lo tienen todo resuelto”. El CRRD está ahí para atender el llamado de Dios a toda la Iglesia. Pero hay que decir que el P. Michel es uno de los abundantes videntes vivos hoy (o que han fallecido recientemente) que han dado esencialmente el mismo mensaje, es decir, parte del "consenso profético" (aunque cualquier detalle más específico que proporcione el Padre Michel solo puede tomarse como “sujeto a comprobación práctica”). CRRD se diseñó con el fin de anunciar el consenso profético que existe y este consenso no se reafirma ni desvanece basado en la autenticidad, o falta de ella, respectivamente, de uno o dos de esos videntes.

También me gustaría señalar que el libro de Christine Watkins, “El Aviso: testimonios y profecías de la iluminación de la conciencia”, que contiene en sus páginas muchos de los los mensajes proféticos del P. Michel (incluidos algunos de los que Miravalle considera problemáticos), ahora lleva el imprimátur de la Iglesia, y pronto será publicado con este apoyo.


Ahora paso a responder a la evaluación teológica del Dr. Miravalle.

Primero



El Dr. Miravalle ha declarado que el obispo del P. Michel ha emitido un “discernimiento y decisión negativos” con respecto a la autenticidad sobrenatural de los mensajes del P. Michel. Eso carece de precisión y da lugar a equívocos. De hecho, no se ha tomado ninguna decisión formal y el obispo simplemente ha declarado informalmente su propia falta de apoyo personal para los mensajes del P. Michel. Esto simplemente indica que el P. Michel no es un vidente oficialmente aprobado; por lo tanto, tiene el mismo estatus de “no aprobado” compartido por muchos videntes que el mismo Miravalle promueve (y con razón, según mi parecer).

Lo cierto ese que no se ha nombrado ninguna comisión oficial diocesana para emitir un juicio sobre el P. Michel y ni siquiera se ha llevado a cabo una investigación al respecto. De hecho, el obispo Lemay escribió, de manera informal que “no aprobé en el pasado ni apruebo ahora las enseñanzas del P. Michel con respecto a sus locuciones y visiones ”, que es una afirmación razonable si aún no las ha estudiado. No se trata de una condena formal ni de un decreto canónico de tipo alguno. Por otro lado, Miravalle admite que no tuvo acceso a la carta real del obispo Lemay. Desafortunadamente, el Dr. Miravalle no se comunicó conmigo ni con ninguno de los colaboradores de CRRD para obtener una copia de esta carta antes de publicar su artículo.

También vale la pena señalar que la falta de apoyo que el obispo Lemay ha expresado para los mensajes del P. Michel son concomitantes consu falta general de apoyo al Aviso, la Era de la Paz y otras enseñanzas que cuentan con el apoyo total de innumerables videntes auténticos, incluyendo algunos aprobados oficialmente por la iglesia. No debe sorprender, por tanto, que este obispo “no apoye” las profecías del P. Michel.

Segundo



El Dr. Miravalle afirma lo que solo se puede calificar como una objeción con respecto a los fenómenos místicos que el P. Michel experimentó en su juventud, cuestionando la supuesta “naturaleza y grado inusuales de estos presuntos ataques diabólicos [contra el P. Michel] ”. La verdad, sin embargo, es que lo único inusual sería que tales ataques estuvieran ausentes en la historia de la vida de un místico extraordinario como la del P. Michel, que ciertamente lo es si se trata de uno auténtico. Esta segunda objeción de Miravalle, por lo tanto, es poco más que una conclusión que suscita dudas en su argumentación, pues se está dando como supuesto lo que se quiere demostrar: que el P. Michel no es auténtico.

Cualquiera se dará cuenta rápidamente de que los ataques demoníacos que ha sufrido el P. Michel (junto con los esfuerzos de este último para frustrarlos) son todo menos "inusuales", si uno simplemente se toma unos minutos para leer lo que sucedió en los ataques demoníacos contra San Padre Pío, Santa Gema, Santa Faustina, la Sierva de Dios Luisa Piccarreta, la Beata Alexandrina da Costa, la Venerable Marthe Robin, o tantas otras. De hecho, los muchos trabajos por los que el P. Michel ha pasado como componentes de sus luchas espirituales parecen leves en comparación con lo que uno encontrará al leer las vidas de muchos santos, beatos y venerables.

El Dr. Miravalle cita un ejemplo de la infancia del P. Michel en que su familia se sintió compelida a quemar su casa, que estaba infestada de demonios, como evidencia que sustenta "preocupación psicológica y teológica" en torno al carácter y la formación del P. Michel. Quisiera señalar aquí el resto de la historia en ese ejemplo: el clero, incluido el obispo, estaban demasiado asustados o simplemente fueron incapaces de proporcionar liberación a la familia cuando atendieron el llamado de ayuda para sacar esos demonios. Eso nos hace concluir que, a pesar de que ciertamente nos parece radical, la quema de la casa fue evidentemente liberadora y positiva para la familia Rodrigue.

Tercero



El Dr. Miravalle trae a colación una frase donde el P. Michel dice de Dios el Padre: "Él y yo somos uno". Esta objeción está claramente basada en un desafortunado malentendido. El P. Michel no dijo que él Dios Padre eran uno. Lo que ocurrió es que el P. Michel recibió un mensaje de Dios Padre en que dijo que Él (E mayúscula, es decir, Jesús) y el Padre son uno. La afirmación del Dr. Miravalle de que el P. Michel Rodrigue dice que el Padre hace todo lo que él, el P. Michel, le pide al Padre es, por tanto, también falsa e insostenible. El mensaje dice que el Padre hace lo que el Hijo, Jesús, le pide. El P. Michel es un exorcista, con dones espirituales probados no muy diferentes a los de los grandes santos, profesor de seminario, pastor y sacerdote de buena reputación, y es el Superior Religioso y fundador de la Fraternidad de San José Benedicto Labre en Quebec, Canadá. No habría podido operar en la Iglesia con tanta abundancia de la gracia y el poder de Dios, si hubiera tenido creencias y declaraciones tan extravagantes como esa de que Dios Padre y él son uno.

Cuarto



El Dr. Miravalle concluye que la enseñanza del P. Michel de que el Anticristo está en algún lugar de la jerarquía de la Iglesia está en desacuerdo con "las tradiciones patrísticas, místicas y proféticas de la Iglesia". Miravalle no proporciona otra evidencia para apoyar ese argumento más allá de un enlace a un antiguo artículo de la Enciclopedia Católica sobre el Anticristo. De hecho, ese artículo no apoya la posición de Miravalle, sino, por el contrario, la del P. Michel. Por ejemplo, el artículo cita la enseñanza de San Bernardo de que el Anticristo también será un antipapa. También vale la pena señalar que en realidad no hay consenso alguno, entre las fuentes que cita Miravalle, en cuanto al origen, antecedentes, etc. relativos al Anticristo.

El Dr. Miravalle llega incluso a dar a entender que la posición del P. Michel es similar a la teoría del Anticristo Papal de los reformadores protestantes que identificaron el Papado legítimo con el anticristo. Una asociación completamente injusta que está a años luz de cualquier cosa que el P. Michel haya afirmado alguna vez. El P. Michel es un católico fiel y un hijo fiel del Papa, incluyendo a quienquiera que ostente ese cargo en un momento dado, cargo que el P. Michel afirma sin ambages que actualmente está en manos del Papa Francisco.

La enseñanza del P. Michel de que el Anticristo está en algún lugar de la jerarquía eclesial en este momento puede terminar resultando inexacta. Sólo el tiempo dirá. Pero eso ciertamente no es una razón para llegar a un discernimiento negativo sobre el P. Michel en este momento. (Notemos que el primer "hijo de perdición", Judas, era uno de la "jerarquía" de los Doce Apóstoles).

Quinto



El Dr. Miravalle llega a la conclusión de que es un "error teológico sustancial" afirmar que Benedicto XVI puede convocar en el futuro un nuevo concilio para elegir un Papa después de la muerte del Papa Francisco.

Este quinto argumento adolece de la falacia lógica general de juzgar al superior por el inferior; en este caso, buscar juzgar una realidad teológica usando para ello estándares de minucias canónicas. La forma como se convoca exactamente un cónclave para elegir un nuevo Papa no es una cuestión "teológica sustancial" en absoluto. Por lo tanto, incluso si uno cayera en un error al respecto, eso no podría equivaler a un "error teológico sustancial". A lo largo de la historia de la Iglesia ha habido un gran número de formas que han trascendido sobre los detalles de la elección papal. Incluso si lo que el P. Michel describe que no es la forma canónicamente ordinaria de convocar un nuevo cónclave, no estamos viviendo exactamente en tiempos canónicamente ordinarios, y contemplar la posibilidad de que una profecía genuina pueda hablar de que un Papa Emérito sea el que convoque informalmente a los Cardenales para elegir un nuevo Papa ni siquiera debería ser considerado un obstáculo, mucho menos herético, en ese juicio.

Además, Miravalle parece estar descuidando las enseñanzas del Papa San Juan Pablo II, quien escribió, en Universi Dominici Gregis, "... los teólogos y canonistas de todos los tiempos están de acuerdo en que esta institución [es decir, el Cónclave] no es por su naturaleza necesaria para la elección válida del Romano Pontífice ..." Si incluso un cónclave en sí no es por naturaleza una necesidad teológica, entonces, ¿cómo puede justificarse Miravalle al afirmar que Una forma particular de convocar un cónclave (¡por un Papa emérito, nada menos!) ¿puede equivaler a un "error teológico sustancial"? (Nota: Por favor consultar el Anexo 1)

Sexto



Desafortunadamente, la sexta objeción del Dr. Miravalle adolece de graves errores. Primero, Miravalle se refiere al "concepto de que los demonios existen permanentemente en el Purgatorio". Esta es una afirmación intrínsecamente contradictoria, ya que el purgatorio es esencialmente temporal (el dogma de la Iglesia es que el Purgatorio deja de existir en el Juicio Final), y por lo tanto, referirse a cualquier cosa que tenga una posición "permanente" en el Purgatorio no tiene sentido. Más problemática aún es la afirmación implícita del Dr. Miravalle de que es una herejía creer que los demonios tienen algún papel que desempeñar en el Purgatorio, ya que tal afirmación condena como hereje nada menos que a una autoridad en la materia como la propia Santa Faustina.

En el numeral 412 de sus revelaciones, totalmente aprobadas, Santa Faustina escribe sobre una de sus propias visiones del Purgatorio, diciendo:

“Vi a las almas que estaban haciendo penitencia en el purgatorio. Aparecieron como sombras, y entre ellos vi muchos demonios.” Divina Misericordia en mi alma. Diario de la santa.

Poco después, en el numeral 426, Santa Faustina describe el Purgatorio de cierta alma que había estado particularmente sumida en el pecado, y continúa diciendo: “No puedo encontrar palabras o comparaciones para expresar cosas tan terribles. Y aunque me parece que esta alma no está condenada, sin embargo, sus tormentos no son de ninguna manera diferentes a los tormentos del infierno; solo existe esta diferencia: que algún día llegarán a su fin."

Obviamente, si la única diferencia entre el Purgatorio y el Infierno en los sufrimientos de un pobre alma dada es la naturaleza meramente temporal del primero, entonces se puede concluir que los demonios tienen algún papel que desempeñar en al menos algunos niveles del Purgatorio.

De hecho, en el Purgatorio hay fe, esperanza y caridad. Incluso hay una gran alegría, diría yo, pues, como a todas las almas, Dios las ama y saben que serán salvadas (no irán al infierno, sino al cielo). Además, en el Purgatorio ya no habrá más pecado ni más más tentación. Pero hay poco en materia de Dogma de la Iglesia sobre la naturaleza de los detalles de la experiencia en el Purgatorio, y ciertamente no hay fundamentos teológicos para descartar la posibilidad de que, al menos en los niveles inferiores del Purgatorio, se pueda permitir que los demonios mismos lleven a cabo un un papel de purificación (no de tentación). El P. Michel dijo claramente que a los demonios solo se les permitía este papel purificador en el Purgatorio (No es el papel tentador que a menudo juegan en la tierra).

El intento del Dr. Miravalle de condenar al P. Michel como hereje (afirmando que la enseñanza del P. Michel aquí es “sustancialmente incompatible con la auténtica doctrina católica") equivale a una acusación de herejía. Al condenar al P. Michel por afirmar exactamente lo mismo que afirmó Santa Faustina, y alentar a sus lectores a confiar en esta condena debido a su propia visión subjetiva del "tono general y el tenor de la Tradición Mística de la Iglesia", cometió un grave exceso. De hecho, a lo largo de su artículo, Miravalle no cita enseñanzas documentas de la Iglesia para reforzar sus afirmaciones de que los mensajes del P. Michel supuestamente las violan, sino que solo les pide a sus lectores que confíen en su propia visión subjetiva acerca de la "tradición mística general", usando sus propias palabras.

Séptimo



Aquí, el Dr. Miravalle afirma que el P. Michel debe ser considerado poco confiable debido a una historia personal que compartió sobre un encuentro con el Papa Juan Pablo II que supuestamente era imposible que hubiera ocurrido. Sin embargo, todo el séptimo punto de Miravalle se basa en la noción de que cualquiera que esté "familiarizado con el protocolo diario del Vaticano del Papa San Juan Pablo II" puede estar absolutamente seguro de que Juan Pablo II nunca tuvo a sus disposición una habitación en la Basílica de San Pedro (la más grande Iglesia en el mundo) que posiblemente podría haber utilizado como oficina y que el Papa nunca podría haber hecho nada en el Vaticano que no fuera observado directamente por sus secretarios privados o guardias suizos. Como consecuencia de ello la historia del P. Michel sobre su encuentro con Juan Pablo II "no podría haberse basado en la realidad".

Lo extraño del punto de Miravalle aquí, según me parece claro, se refuta a sí mismo. La idea de que un Papa encuentre refugio en lugares escondidos dentro del Vaticano para estar en soledad no requiere mucha imaginación. Además, sugerir que el P. Michel inventó esta historia pone en duda la integridad de este sacerdote y constituye una acusación con una base no proporcional a su evidencia y su gravedad. Hay un número infinito de escenarios potenciales bajo los cuales el relato del P. Michel es perfectamente plausible, por lo que no me molestaré en enumerarlos aquí.

Octavo



Al igual que con su tercer punto, este también se basa en un malentendido. Nota: el inglés de Michel es bastante irregular y, como tal, a veces usa las palabras equivocadas en su auto-traducción. Además, ha escrito poco sobre su profecía, pero principalmente ha hablado de ella, lo que se suma a las dificultades.

El Dr. Miravalle escribe: “La irracionalidad de esta afirmación, es decir, que el Papa San Juan Pablo II usó a otra persona como un impostor para hacerse pasar por él durante las audiencias públicas ... no requiere comentarios.. " De hecho, es cierto que no requiere comentarios, ya que tal afirmación sería absurda; pero evidentemente no es lo que el P. Michel dijo.

Christine Watkins, quien se ha reunido en privado con el P. Michel y lo entrevistó, explica sobre ese punto:

“Sí, eso sería completamente irracional, pero eso no es lo que el P. Michel dijo. Escribí esto de memoria basado en el relato del P. Michel compartiendo esta historia con algunos de nosotros en una mesa…. Me gustaría aclarar las palabras del P. Michel dirigiéndose a Juan Pablo II: 'Sí, estoy aquí porque soy demasiado bajito para acercarme a verte. Pero, ¿cómo es que estás aquí cuando tu vehículo de Papa (tu carro) se está deteniendo en este momento donde está toda la multitud? Aquí el P. Michel no se refería al Papamóvil, donde el Papa es claramente visible, ya que eso sería ridículo. Durante las audiencias públicas, obviamente fue él, el Papa, quien habló a la audiencia. El Dr. Miravalle parece haber interpretado esto para sugerir que un impostor estaba de pie en lugar del Papa durante sus audiencias públicas. Esto no es lo que el P. Michel estaba diciendo. El P. Michel se sorprendió al saber que para que el Papa llegara en un automóvil a su aparición pública y no se quedara atrapado o retrasado por las multitudes, un automóvil similar del "Papa" se detiene [probablemente con las ventanas oscuras], de modo que Juan Pablo II podría ir y venir. Esto sería sabio y comprensible ".

Yo agregaría que no es raro entre dignatarios, como una cuestión de seguridad, que se utilicen autos señuelo, etc.

Noveno



Las suposiciones que guían la novena afirmación del Dr. Miravalle están radicalmente en desacuerdo con el mensaje completo del P. Michel. Aquí, Miravalle objeta la enseñanza del P. Michel de que El Aviso hará que todos "reconozcan a Cristo" y eliminará la capacidad de decir que "Dios no existe". Miravalle escribe: “Esta afirmación parece negar la posibilidad de un acto libre del libre albedrío para más de siete mil millones de personas, por el cual algunas de las cuales ... podrían negar inmediatamente la gracia supuestamente recibida [del Aviso]."

Contrariamente a esta afirmación, P. Michel es muy consciente de que muchos negarán la gracia recibida durante el Aviso. De hecho, su mensaje completo es que, después del Aviso, comenzará una Gran Apostasía con mucha gente uniéndose a ella y con el Anticristo como su líder. Obviamente, cualquier declaración del P. Michel que podría parecer (erróneamente) disputar el hecho del libre albedrío, que permite a muchos negar la gracia del Aviso, debe entenderse a la luz de las claras y repetidas enseñanzas del P. Michel sobre lo que vendrá después del Aviso y que contradicen una interpretación tan errónea como la del Dr. Miravalle.

De hecho, estos son las palabras del P. Michel en blanco y negro en este sitio web que indican claramente que no todos aceptarán esta gracia:

“Después de la iluminación de la conciencia, la humanidad recibirá un regalo incomparable: un período de arrepentimiento que durará alrededor de seis semanas y media cuando el diablo no tendrá el poder de actuar. Esto significa que todos los seres humanos tendrán total libre albedrío para tomar una decisión a favor o en contra del Señor. El diablo no atará nuestra voluntad ni luchará contra nosotros. Las primeras dos semanas y media, en particular, serán extremadamente importantes, porque el diablo no regresará en ese momento, pero nuestros hábitos sí, y las personas serán entonces más difíciles de convertir al buen camino. Y todos los que hayan experimentado el deseo para optar por Él, la convicción de que necesitan Su salvación, serán marcados por su ángel de la guarda en su frente con una cruz luminosa ".

El P. Michel simplemente está enseñando que El Aviso se impondrá, sin invitación y sin pedir permiso, sobre todas las almas en la faz del planeta, mostrándoles que Dios existe, que Cristo existe, y revelándoles el estado de sus almas. Pero la forma como respondan las almas después de El Aviso dependerá de sus propias decisiones.

Décimo



La objeción final del Dr. Miravalle cuestiona la afirmación del P. Michel de que habrá un período de indulto que durará entre seis y seis semanas y media después del Aviso y que en algún momento después de este punto, los ángeles guardianes conducirán a sus respectivas almas fieles a unos refugios donde serán protegidas durante el reinado del Anticristo. Ahora bien, sean o no estas profecías del P. Michel verdaderas o terminan cumpliéndose, no hay nada intrínsecamente malo en ellas y no constituyen motivo para rechazar su autenticidad como profeta.

Miravalle escribe,

“… La supuesta directiva para que las familias dejen inmediatamente sus hogares, propiedades, posesiones, etc. después de la Iluminación de la Conciencia (El Aviso) no tiene absolutamente ningún precedente dentro de la revelación privada aprobada por la Iglesia."

Pero esta objeción adolece de la falacia del hombre de paja, porque el P. Michel nunca dijo que simplemente debemos abandonar nuestras vidas después del Aviso como consecuencia de sus propias indicaciones. Más bien, el P. Michel enseña que debemos seguir a nuestro ángel guardián, que milagrosamente se les aparecerá a algunas personas en forma de llama y los conducirá a refugios temporales o permanentes. Es particularmente extraño estar en desacuerdo con una simple advertencia de seguir al ángel de la guarda si este último aparece milagrosamente. Me gustaría saber qué es exactamente lo que el Dr. Miravalle aconsejaría a sus lectores que hicieran si su ángel de la guarda se les aparece diciéndoles que hagan algo. Además, lo que relata el P. Michel sobre el Ángel Guardián que aparece milagrosamente como una llama tiene precedentes, como pueden ver aquí:

https://dsdoconnor.com/fr-michel-on-the-flame/

El Dr. Miravalle escribe que algunos de las profecías de Michel no tienen ”... absolutamente ningún precedente dentro de la revelación privada aprobada por la Iglesia.” Al respecto queremos hacer notar que otra vidente creíble de CRRD, Jennifer, recibió mensajes similares de Jesús:

“Mi gente, Mis ángeles vendrán y los guiarán a sus lugares de refugio donde estarán protegidos de las tormentas y las fuerzas del anticristo y este gobierno mundial.”—14 de julio de 2004

Y en otra ocasión adicional,

“Presten atención a Mis palabras, ya que a medida que el tiempo comienza a cerrarse, los ataques que Satanás desatará serán de proporciones sin precedentes. Las enfermedades surgirán y culminarán, Mi pueblo, y los hogares de ustedes serán un lugar de resguardo seguro hasta que Mis ángeles los guíen a su lugar de refugio. —23 de febrero de 2007

Pero incluso si no existieran tales mensajes similares, realizar un rechazo a priori de cualquier adición profética en particular (que, lejos de descartarse, debe ser afirmativamente esperado para ser verificado o rechazado cuanto más nos acercamos a los eventos profetizados desde hace mucho tiempo) es esencialmente equivalente a un rechazo categórico de toda la profecía misma. La profecía nunca es una mera repetición, mientras que la premisa implícita en la décima objeción de Miravalle es precisamente que la profecía solo puede ser mera repetición. El hecho de que la profecía debe mantenerse en Armonía con y nunca contradecir Escritura, la Tradición y el Magisterio (también, agregaría, el consenso profético general) no debe confundirse erróneamente con la noción evidentemente falsa de que la profecía no puede ser nueva (siempre que no contradiga o cambie la Sagrada Tradición).

Conclusión



El Dr. Miravalle comienza sus observaciones finales diciendo: “los supuestos mensajes del P. Rodrigue contienen ejemplos significativos y repetidos de error teológico y factual.” Como espero haber dejado claro en este post, no existen tales errores (al menos, no en lo que Miravalle ha presentado aquí), lo cual se verifica por el hecho de que no hay textos magisteriales de la iglesia citados en el artículo de Miravalle para fundamentar sus afirmaciones (más allá de una breve mención de las normas de discernimiento de 1978 de la CDF; normas que, de hecho, parecen favorecer más que contrarrestar fuertemente la autenticidad del P. Michel).

Estoy agradecido, por un lado, por la oportunidad de aclarar varios malentendidos definitivos y malas interpretaciones teológicas con respecto al P. Michel. Por otro lado, espero que esta respuesta pública sea una invitación a otros en posiciones como el Dr. Miravalle para entablar un diálogo antes de hacer declaraciones públicas que en última instancia sirvan para confundir y dividir aún más el Cuerpo de Cristo en un momento en que más necesitamos el uno del otro.

Por favor recuerden que no estoy en absoluto afirmando la certeza de la autenticidad de los mensajes del P. Michel. Por lo tanto, continuaré dando la bienvenida a más información relevante basada en normas de discernimiento aprobadas por la Iglesia al respecto. Simplemente digo que creo que los mensajes del P. Michel son auténticos, y todavía no he visto ninguna razón digna para dudar de su autenticidad. El P. Michel da la impresión de ser un sacerdote bueno, santo, ortodoxo y erudito, sin mencionar un buen católico, un abad y un individuo psicológicamente estable (una conclusión a la que he llegado incluso basándome en mi propia correspondencia con él). Esto no significa que sea infalible, por supuesto, pero sí significa que debemos tomar en serio lo que dice.

Si el P. Michel en realidad está escuchando de Dios, llevando mensajes para ser anunciados a los fieles, entonces él es una voz importante que no debe pasar desapercibida. Ahora es un momento crítico en, tanto en la Iglesia como en mundo, en momentos en que las cosas están cambiando rápidamente y las personas necesitan ayuda en materia de orientación y discernimiento.

¿Y qué está el P. Michel diciendo? No está diciendo que que la gente almacene años de comida; solo dice que tenga unos pocos meses de reserva si es posible, algo natural a lo que también se concluye solo con observar el estado del mundo de hoy. No está diciendo que hay que ir a construir un refugio; está diciendo que los refugios que ya están construidos en su mayor parte o que los que van a construirlos son solo aquellos cuya construcción ha sido claramente ordenada por Dios. No está diciendo que tengamos miedo, ni está diciendo que descuidemos nuestros deberes propios de nuestra vida.

Su mensaje es simple: ve a confesarte, reza el Rosario, conságrate a la Sagrada Familia. Está haciendo un llamado a arrepentirse. Te pide que seas un buen católico.

Incluso si alguien no se convence para considerar las visiones del P. Michel como auténticas revelaciones privadas, concluyo sin embargo preguntando: ¿Qué tiene de tan malo ese mensaje, queridos amigos? (Hechos. 5: 34-39)

Es interesante notar que el Venerable Arzobispo Fulton Sheen dijo en su libro: El comunismo y la conciencia de Occidente: “La Iglesia Falsa será mundana, ecuménica y global. Será una federación flexible de iglesias y religiones, formando algún tipo de asociación global. Un parlamento mundial de iglesias. Se vaciará de todo contenido Divino, será el cuerpo místico del anticristo. El Cuerpo Místico en la tierra hoy tendrá su Judas Iscariote, y él será el falso profeta. Satanás lo reclutará entre nuestros obispos ".

Anexo 1: Pido disculpas por mi falta de claridad en el quinto punto, en el que solo abordé el tema del "cónclave" (aunque inadvertidamente usé la palabra "consejo" en el párrafo inicial). Mientras mantengo mis comentarios en lo que respecta a la cuestión de convocar un cónclave, el quinto punto del Dr. Miravalle se centró más específicamente en la cuestión de convocar un consejo. Sin embargo, mi argumento en lo que respecta a un cónclave se aplica también a la cuestión de la convocatoria de un consejo. Los concilios también se han convocado de diversas formas a lo largo de la Historia de la Iglesia. Lo que le da legitimidad a un consejo no es la forma en que fue convocado - incluso si hay una forma canónicamente ordinaria de hacerlo - sino, más bien, su estatus (medido por la sustancia de su ejecución y, en última instancia, promulgación) como genuinamente Ecuménico en naturaleza. En cualquier caso, reflexionar sobre el modo más apropiado para convocar un concilio no es ciertamente una cuestión teológica sustancial, por lo tanto, incluso si uno cayera en un error al respecto, tal error no podría interpretarse con precisión y justicia como un “error teológico sustancial. " - Daniel O'Connor. 15 de julio de 2020