La justicia divina, que está cerca, empezará en Venezuela
“La justicia divina, que está cerca, empezará en Venezuela”
Felipe Pérez Martí.
25 de Noviembre de 2021. Editado 16 de Junio de 2022.
En estos días he estado hablando de que el Apocalipsis ya comenzó. Sobre esto, les quiero comentar del evangelio de hoy, que pueden leer abajo completo, en que Jesús se refiere a los últimos tiempos. Pero es interesante la cosa. No solo habla de devastación, destrucción, guerra, angustia tremenda, cautiverio, maremotos y muerte generalizada. También dice que
“Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación”.
Eso nos conecta con el título de este artículo. Pareciera una falsa ilusión creer que lo de “se acerca vuestra liberación” tiene que ver con nuestro país. Pero es cierto, amigos. Es una profecía de la Sierva de Dios María Esperanza, la vidente de Betania. (A una persona en proceso de canonización se le llama “Siervo de Dios”, como en este caso).
Ahora bien. María Esperanza es una profetisa notable. Ella predijo en 1992 el atentado de las torres gemelas, que ocurrió nueve años más tarde, el 11 de Septiembre del 2001. Hizo tantos milagros, profecías, sanaciones, que es considerada por el libro best seller “The Warning” (el Aviso, o la Iluminación de Conciencia, o Segundo Pentecostés,como otros lo llaman) como “una de las más grandes místicas de nuestro tiempo”. Y eso que lista los de más relieve mundial, quienes tienen que ver con las profecías de los últimos tiempos, en las cuales el consenso es total sobre la cercanía de lo que dice Jesús hoy. Lo que pasa es que Venezuela muchas veces no valoramos lo que tenemos y se cumple lo de “nadie es profeta en su tierra”. El Santo Padre Pío, el día anterior a su muerte, se transfiguró en el rostro de la Sierva de Dios a miles de kilómetros de distancia, según lo narró su estupefacto esposo, mientras le decía en ese momento: “ahora te toca a ti”. Imagínense eso viniendo de un santo del calibre del Padre Pío, a quien quizá ustedes no conozcan, pero es alguien como muy pocos en la historia de la iglesia (hoy 25 de Junio, fecha de la revisión de este artículo, se cumplen 20 años de su canonización).
Ella recibió en vida múltiples e inexplicables regalos de Dios, como los estigmas de Cristo (las llagas de la pasión), muchísimas sanaciones, bilocación (poder de estar en dos lugares al mismo tiempo), lectura de personas (saber lo que las personas han hecho y están pensando, sin que se los diga de palabra), conocimiento remoto de las enfermedades de seres queridos, saber cuándo se acercaba la gente sin verla, etc. Fue tan asombrosa su vida que, de acuerdo a testigos presenciales, en cinco ocasiones le brotaron del pecho rosas rojas. Y olía a rosas por donde quiera que iba. Es sabido que esas son señales de la presencia de la Virgen María en el lugar donde ocurre.
Por si fuera poco, igualmente asombroso es que también fue en Venezuela donde, por primera vez en dos mil años, la Virgen María le dijo a María Esperanza que estábamos en los últimos tiempos para la humanidad. Literalmente le habló de “Apocalipsis” como ya comenzado. Para más perlas, el místico más destacado de los últimos tiempos, un santo en vida, el Padre Michel Rodrigue, de Quebec, Canadá, dijo que el Apocalipsis empezó, en lo político, en Venezuela y habló de María Esperanza cuando lo dijo.
Ella hizo muchas otras profecías famosas, por ejemplo para Estados Unidos, como el desastre que significaría la invasión a Irak, que desaconsejó a pesar del gentío que estaba de acuerdo con eso en el momento. También predijo, como muchos de esos profetas de los últimos tiempos, que primero vendría un evento de limpieza, el Aviso. Y luego la Justicia. Y eso nos conecta con el título de nuestro artículo. Fue ella quien profetizó, y así lo escribió textualmente, que “La justicia de Dios empezará en Venezuela”. El Aviso consiste en lo que dice Jesús en el evangelio de hoy: Él vendrá “en una nube”, en el cielo donde todo el mundo lo verá, y cada quien será iluminado sobre lo que ha hecho bien, y lo que ha hecho mal en su vida. Y podrá escoger el bien o el mal en lo que vendrá, y por tanto, enfrentará el día del juicio con esa decisión a cuestas.
Aunque María Esperanza no recibió muchas revelaciones sobre el Aviso, tuvo uno muy importante y muy citado en el consenso profético mundial. En ese mensaje la Virgen María, quien se le presentó como “María Reconciliadora de los Pueblos y Naciones”, le dijo:
“Mis hijos. Soy su madre y he venido a ponerme en contacto con ustedes con el fin de que se preparen para difundir mi mensaje de reconciliación. Viene en camino el gran momento de un Gran Día de Luz. La conciencia de ustedes, mi gente amada, debe ser violentamente estremecida, pues solo así pondrán su casa en orden mediante la realización de una reparación adecuada, y la ofrezcan a Jesús por las infidelidades diarias cometidas por los pecadores … es la hora de la decisión para la humanidad”. (Tomado y traducido del libro The Warning, el Aviso).
También, incluso antes de las apariciones, la Sierva de Dios recibió un mensaje de la Virgen, en modo de locución interna, sobre los buenos tiempos que vienen luego del Aviso y la Tribulación (la llamada Era de Paz, o Triunfo del Inmaculado Corazón de María anunciado en Fátima):
“Esta es la hora difícil para la humanidad, y es necesario evitar los malentendidos entre hermanos. Las naciones deben estar ahora unidas. El amor de mi Jesús será la puerta que abrirá los corazones para permitir el acceso hacia una hermosa era que revivirá a la gente en pos de una gloriosa enseñanza de unidad. Aprovechen el tiempo, pues está llegando la hora en la que mi hijo Jesús va a aparecer ante todos como Juez y Salvador. Ustedes deben estar en condiciones para que puedan vivir con Él en ese Gran Día. No crean que está distante”. (Tomado y traducido del libro The Warning, el Aviso).
Para sustanciar lo del Aviso, la justicia y los buenos tiempos que vienen luego, les coloco aquí tres enlaces. Uno del Padre Michel Rodrigue, de quien les he estado hablando como principal exponente del consenso profético, y dos enlaces sobre las apariciones en Garabandal. El del padre Michel está aquí:
Antes del Padre Michel, Garabandal fue el sitio donde la Virgen habló más claramente sobre el Aviso. El siguiente enlace muestra la película sobre las apariciones, estrenada hace un par de años, y hecha por voluntarios, entre ellos testigos de los eventos respectivos:
https://www.youtube.com/watch?v=qlg3UEdgjXQ
El último es sobre un documental muy convincente en que se habla de qué ocurrió allí, con evidencia visual sobre los eventos, con entrevistas a testigos directos y a gente muy conocedora y sobre el estatus eclesial del carácter sobrenatural de las apariciones,
https://www.youtube.com/watch?v=pYrSSf7VejM&t=25s
Allí se puede constatar, entre otras cosas, que las videntes caminan hacia adelante y hacia atrás en un terreno pedregoso mientras miran a la Virgen hacia arriba, en trance, sin tropezar una sola vez. Es de hacer notar que este tipo de visiones y milagros también los puede hacer el diablo. Pero la diferencia es que los frutos son muy distintos en ese caso: conflictos, muertes, etc, mientras que en hechos sobrenaturales auténticos, como ocurrió en Garabandal (y en Betania, por cierto) solo surgieron cosas buenas, como milagros posteriores, conversiones, vocaciones sacerdotales y religiosas.
Es importante, para nuestros efectos de este artículo, que en las apariciones la Virgen María les informó a las niñas visionarias sobre lo del Aviso y sobre muchas otras cosas, entre ellas un "Gran Milagro" que ocurrirá en ese caserío español durante el transcurso del año posterior al Aviso, y será anunciado y descrito públicamente una semana antes por Conchita, una de las cuatro visionarias. Ese milagro incluye curaciones generalizadas a quien esté en las inmediaciones ese día, y Conchita tiene hoy 73 años de edad. Así que para ser todo esto cierto, ella debe estar viva, lo cual me da una idea, adicional a las de las señales que vemos a diario acordes con la Biblia y a lo dicho por los profetas de los últimos tiempos, de que la cosa es pronto y, aunque no sabemos la fecha precisa, se ven las señales, y hay que prepararse. ¿No les parece?
En resumen y como conclusión, mi mensaje para ustedes es este: “A ponerse las alpargatas, pues lo que viene es joropo”. Si hacemos eso, les diría también “levántense, alcen la cabeza, pues se acerca su liberación”.
Finalmente, aquí va el evangelio completo que motivó el artículo:
Lucas 21,20-28:
“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que está cerca su destrucción. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a la sierra; los que estén en la ciudad, que se alejen; los que estén en el campo, que no entren en la ciudad; porque serán días de venganza en que se cumplirá todo lo que está escrito. ¡Ay de las que estén encintas o criando en aquellos días! Porque habrá angustia tremenda en esta tierra y un castigo para este pueblo. Caerán a filo de espada, los llevarán cautivos a todas las naciones, Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora. Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros se tambalearán. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.»
Pronto hablaré con detalle de la Era de Paz y del significado del Aviso, la Amnistía (reconciliación con Dios), la Tribulación (que incluye guerra mundial), los Tres Días de Oscuridad (cuando quienes escojan el mal camino serán llevados al infierno). En la Era de Paz se realizará la utopía cristiana: abundancia, paz, trabajo creativo, unidad de todos los pueblos y naciones y reconciliación con la naturaleza animal y vegetal.
Cordialmente y pendientes, que ahora es cuando viene lo bueno
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