El sistema financiero mundial
III. Fundamentos teóricos: El Sistema financiero mundial
Países líderes a nivel mundial
- Es de hacer notar que, a nivel internacional, antes de que el dólar estadounidense se consagrara como la divisa internacional, la libra esterlina de Inglaterra tenía ese papel. Lo que ocurrió es que la economía inglesa era la dominante previamente a nivel mundial, y su sistema bancario estaba mucho más desarrollado que el del resto de los países del mundo. El Banco de Inglaterra, banco central de ese país, fue el banco líder durante la vigencia del patrón oro, y posteriormente a la primera guerra mundial también, cuando ese régimen se descalabró.
- Como habíamos dicho, el banco-país líder lo es tal porque es líder, tanto en la productividad de su economía, que es la que basa el sistema monetario en el lugar, como por la cantidad del negocio que se deriva de ahí. La escala del intercambio económico de Inglaterra con el resto del mundo era mucho mayor que el de los otros países.
- El surgimiento de Estados Unidos como la primera potencia económica mundial, con su mejoría en eficiencia y en escala de negocios e intercambios internacionales, dio paso al inicio de su liderazgo mundial en materia monetaria, cosa que fue “santificada” con el acuerdo de Bretton Woods.
- Las recientes crisis económicas de Estados Unidos, y el surgimiento de nuevos líderes económicos mundiales, como los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sur-África), que actúan como bloque a nivel internacional, ha puesto de relieve la posibilidad real del fin del dominio del dólar como divisa internacional, sobre todo por el tema del señoreaje de ese país sobre el resto del mundo. Notemos de nuevo, que estos países, notablemente China e India, han insurgido como potencias por su competitividad económica, que implica mejor calidad y/o cantidad por precio comparada con la del país líder, Estados Unidos.
- A pesar de que esos países han decidido recientemente transar sus productos en sus propias monedas, con acuerdos cambiarios fijos y predecibles acompañantes, lo cual da inicio a un cambio fundamental al liderazgo de divisas a nivel mundial por la escala de esas transacciones, se ha reabierto el debate sobre la necesidad de un Banco Central Mundial que funja como instrumento para regular los bancos a nivel internacional, prestamista de última instancia para evitar corridas y contagios, evite el señoreaje a favor de unos países en contra de otros, y unifique el tipo de cambio internacionalmente, dando estabilidad al sistema monetario y financiero mundial.
- La idea no es, pues, no tanto desbancar a Estados Unidos como país-banco líder en materia monetaria, e imponer, por medios de dominación económica, una nueva divisa mundial, sino buscar un arreglo que evite las grandes pérdidas que se asocian a la ausencia de un banco central en el ámbito internacional. Como dijimos, eso evitaría las guerras cambiarias, y llevaría a un equilibrio de juego repetido en que la cooperación estratégica a nivel mundial significaría una ganancia sustancial para todos los involucrados, es decir, para todos y cada uno de los países del mundo.
- Alguien podría decir que esto no es conveniente para los Estados Unidos mismo. Pero en la situación de pérdida de productividad y competitividad relativa que los está golpeando enormemente, en presencia de pérdida de liderazgo monetario y político, esta puede muy bien ser una salida no vergonzosa a sus problemas. De manera que incluso ese país puede beneficiarse del arreglo, que, por su responsabilidad debió haberse impuesto desde hace mucho, en Bretton Woods, a propuesta de Keynes.
Ausencia de regulación internacional
- Cuando hablamos del sistema de Bretton Woods, dijimos que los países guardaban fundamentalmente reservas de dólares como medio de pago de sus transacciones internacionales: eran las “reservas internacionales” por excelencia, más allá del oro. Era un sistema estable, y confiable, siempre que se mantuviera la convertibilidad en oro en última instancia. Como dijimos arriba, un sistema bancario nacional que crea dinero, tiene fuertes incentivos para que los banqueros se presten a sí mismos. Es necesaria una muy fuerte regulación para que la cosa funcione, pues el mercado por sí mismo no lo puede regular, en particular el tema de las corridas, los contagios, y los auto-préstamos.
- Para esto surgieron a niveles nacionales los bancos centrales y las instituciones de regulación bancaria. Pero a nivel internacional los mismos problemas descritos existen, sin que haya instituciones de regulación internacional que los eviten. A nivel nacional hay sistemas políticos que implican que el mercado es regulado, pues por sí mismo no se autorregula, sobre todo en el ámbito monetario y financiero. Pero a nivel mundial, no existe un “Estado mundial” que imponga regulación del mercado a ese nivel, que funciona hoy por hoy, básicamente, de acuerdo a las leyes del capitalismo salvaje, con las implicaciones en términos de ineficiencias, crisis, e injusticias entre países y con la naturaleza.
- En una primera aproximación, podríamos interpretar el mundo de hoy como conformado por países, con sus bancos centrales “consolidados” con los privados, haciendo las veces de los bancos privados en nuestra sección anterior cuando no existía en la economía un banco central. Imaginemos, pues, la economía mundial como una economía en que existen bancos privados independientes, uno por cada país. Sería como la economía descrita arriba en el período previo a la existencia de un banco central.
- Este enfoque nos permite ver claramente que hay en el mundo los problemas de la economía descrita: corridas, contagios, y los problemas que esto trae consigo en términos de inflación y contracción económica. En particular, falta de regulación de los bancos en cuestión, por lo que tienden a prestarse a sí mismos, y a devenir en insolventes, con las consecuencias negativas sobre el resto de los pobladores de esta economía, el mundo.
- La crisis financiera de 2008 fue un gran alerta en ese sentido, por sus consecuencias devastadoras sobre el mundo entero. No solo sobre los pobres y los países pobres.
¿Banco Central Mundial?
- Con esto en mente, en Bretton Woods, Keynes en persona abogó por un Banco Central Mundial que fungiera como regulador, y como prestamista de última instancia. Si las potencias económicas, en particular los EEUU, le hubieran hecho caso, no habrían ocurrido las crisis financieras desde entonces. En particular, no hubiera ocurrido el rompimiento de Bretton Woods por parte de Estados Unidos, y el consiguiente descalabro del sistema monetario-financiero internacional.
Ventajas para Estados Unidos derivadas de su preeminencia monetaria
- La negativa de Estados Unidos para aceptar la propuesta de Keynes se basa en algo que no mencionamos arriba cuando hablamos de un sistema financiero nacional, que es que el banco solvente, cuyas notas circulan como unidad de cuenta, medio de pago y reserva entre el resto de los bancos, tiene ventajas adicionales que vienen de esta aceptación de sus notas como divisa. Al subir la demanda de sus notas, directa o indirectamente sube su demanda de crédito, pues en la cuenta T, la contrapartida de los depósitos, las notas bancarias, son los créditos.
- Por esto, sube su escala de negocios, por lo que aumentan sus ingresos y sus ganancias: es sabido que la escala de operación de un banco es muy grande, y que incluso sus costos medios bajan a medida que aumenta su operación, por lo cual, si hay limitaciones de demanda iniciales, el incremento lo que hace es subir tanto su ingreso como su ganancia. Por otro lado, su riesgo se diversifica de manera natural, y tiende a experimentar solo el riesgo agregado (el que afecta a toda la economía a la vez), pues si algunos de sus clientes de crédito les va mal, a otros les va bien, por la ley de grandes números, cuando no hay riesgo agregado. Claro que cuando este último existe, al banco le va mal cuando la economía globalmente le va mal, lo cual puede desencadenar corridas y contagio general para todo el mundo.
- Si tenemos en cuenta de que estamos hablando no solo de la Reserva Federal de los Estados Unidos, sino de todo su sistema monetario-financiero y económico, podemos ver en perspectiva lo que estamos afirmando: ese país se ha beneficiado notablemente de la demanda mundial de su moneda en términos de crédito e inversión productiva. Ha caído en el círculo virtuoso del liderazgo monetario: es líder porque es poderoso económicamente, y es poderoso económicamente porque es líder.
- La otra “ventaja” adicional es que, en ausencia de un organismo regulador ante el cual el país de las divisas tenga que rendir cuentas, los incentivos para hacerse auto-préstamos son muy tentadores, sobre todo en un contexto en que el gobierno de ese país, Estados Unidos, no tenía suficiente dinero para financiar sus gastos, en particular, sus aventuras de guerra internacionales. Así, el gobierno de ese país emitió bonos por una cuantía muy grande, y el Banco de la Reserva Federal, que así se llama el banco central allá, los compraba emitiendo dinero. No había el problema de inflación interna en el país, porque el dinero era usado en gran medida afuera, internacionalmente para esos propósitos.
- Adicionalmente, ese banco central no es público, en su mayor parte, sino privado, propiedad de grandes conglomerados de bancos privados mundiales. Y su ideología no es de regulación de la actividad crediticia de los bancos privados, sino la de autorregulación. Eso devino en los desmanes de auto-préstamo y de “salvamento” de bancos irresponsables que quedó en evidencia en la crisis de 2008.
Rompimiento de Bretton Woods y corridas contra países
- Ahora bien. El rompimiento del acuerdo ocurrió cuando hubo una corrida contra la Reserva Federal por parte de países de Europa, que, ante el financiamiento monetario de la guerra de Viet-Nam por parte de Estados Unidos, venían que la solvencia de ese país estaba en riesgo, y por eso dudaron de su posibilidad de conservar su riqueza en términos de oro. Las demandas de oro no fueron aceptadas por Nixon, presidente de ese país en la época, y se rompió el acuerdo.
- Paradójicamente, esa corrida no tuvo el efecto de quiebra del país o banco respectivo, como en el caso descrito al interior de una economía. La razón es sencilla, y política: EEUU no se sentía obligado por ninguna ley u organismo internacional para “liquidar” el banco de la Reserva Federal: no se sintió en la obligación de declarar la quiebra y repartir los activos entre los acreedores. Los billetes verdes emitidos por la Reserva tuvieron que ser aceptados sin posibilidad de ser cambiados por oro, y sin embargo siguieron teniendo valor, como explicaremos.
- Otra paradoja, es que precisamente ese rompimiento, trajo contagio de la corrida, que aunque no se dio en Estados Unidos, sí que se dio en muchos países pequeños, incluso solventes: se experimentaron fugas masivas contra la moneda nacional a cambio de dólares, ya que no se emitió oro a cambio de esas monedas en los respectivos bancos centrales de esos países pequeños, como era lógico.
- La paradoja está en que esa demanda de dólares fortaleció a esa moneda, y la consagró como reserva de valor internacional para este tipo de países, a pesar de que, en un contexto clásico como el descrito arriba, la falta de convertibilidad de la divisa con respecto al oro hubiera constituido una causa suficiente para una corrida contra esa moneda, y hubiera significado la quiebra del banco emisor a favor de los acreedores, los tenedores de dólares.
- Como se dijo, eso no ocurrió, el mundo tuvo que “calarse” la tenencia de dólares no respaldados por oro, y sufrir las consecuencias. Por ejemplo, en los países pequeños, las fugas implicaron notables devaluaciones de las monedas nacionales, y el fortalecimiento del dólar como reserva de valor de sus pobladores.
El fortalecimiento artificial de Wall Street y el encubamiento de la burbuja financiera internacional
- En neto, el dólar se fortaleció con la crisis monetaria internacional que se desencadenó, inicialmente. Pero el empobrecimiento de muchos de los países pequeños y pobres desmejoró la economía mundial, como un todo, lo cual, por la vía del riesgo agregado que mencionamos, perjudicó al final a Estados Unidos también, en un sentido.
- En todo caso, sin entrar a medir el efecto económico neto sobre los Estados Unidos, hubo claramente un efecto de redistribución regresiva de la riqueza a nivel internacional, y países fuertes, como Estados Unidos, se vieron favorecidos por el influjo de capitales que fortalecieron su sistema económico-financiero.
- Wall Street terminó muy favorecida como centro financiero internacional, con todas estos influjos de capitales, y con el señoreaje internacional de Estados Unidos sobre el resto del mundo.
- Ahí se gestaron las crisis financieras futuras, pues mucha de esa riqueza financiera era una burbuja, que no fue fortalecida por desarrollo económico real, ni en el resto del mundo, problematizado con estas cosas, ni internamente en los Estados Unidos, de manera proporcional.
Fiat money: Dinero de confianza (traicionada)
- Este es un buen lugar para enfatizar algo muy importante, que se ha mencionado, pero solo de manera implícita. Toda esta teoría del dinero muestra algo crucial: el valor del dinero se basa en la fe de la gente, en su confianza en su valor. Y el líder de esta confianza es la institución bancaria.
- Recordemos que, cuando empezamos a describir la teoría, era crucial que la base de las notas emitidas como dinero era el crédito del banco en ciertos inversionistas que esa institución calificaba como creíbles, como con potencial para hacer realidad una idea, cuya realización estaba en el futuro, no en el presente. Mostramos entonces que, como la gente creía en el banco, daba fe del valor del dinero que estaba usando, como reserva de valor, y medio de pago. Tanto el tenedor original, como el destinatario del dinero en las transacciones, confiaban en el sistema. Y eso era lo que le daba valor.
- Si esa confianza era puesta en duda, el sistema se caía, pues ocurrían las corridas descritas, y los contagios señalados. El Banco Central incursionó en el sistema monetario para fortalecer esa confianza, ese basamento en el valor del dinero. Como el gobierno estaba involucrado ya, el sistema se hacía más creíble, pues presumiblemente el gobierno representaba el interés de la gente, cuya confianza era crucial para sostenerlo, y cuyo interés dependía de que el sistema funcionara bien.
- La presencia del banco central, con su dinero primario, constituyó una adición a la confianza de la gente en el valor del dinero bancario. Por tanto, el valor mismo del dinero primario se sustentó en esa misma confianza fortalecida. Era un sistema que implicaba que la fe en el valor del dinero bancario tenía una sustentación, y por lo tanto, de nuevo, el dinero primario tenía sustento. El sustento era el crédito, por un lado, y las reservas monetarias, por otro.
- Pero, como dijimos, los gobiernos con frecuencia traicionaron esa confianza, y abusaron del sistema, socavando el valor del dinero, y la confianza de la gente en ese valor, al imprimir billetes para sacar señoreaje de esa misma gente a quien representaba.
- Señoreaje es una palabra decente, realmente, un eufemismo, para una palabra más directa: robo. Pues se trataba, como se describió, de la extracción de bienes reales propiedad de la gente a cambio de dinero con valor de producción prácticamente nulo. Y una extracción involuntaria, por lo cual puede ser tipificado como robo.
- En algunas circunstancias esa extracción podría ser justificada como política redistributiva, o de desarrollo económico, como se expone en el Anexo A, pero en la mayoría de los casos se puede afirmar que se trata de medios perniciosos, pues no solo quitan involuntariamente a la gente recursos reales, que pudieron ser quitados por medios más transparentes como los impuestos, si fuera necesario, sino que traicionan la fe de la gente en el sistema monetario, y el valor del dinero, por lo cual el sistema monetario como tal termina perjudicado, y su función social termina socavada.
- Ahora bien. No solo los gobiernos han traicionado la fe de la gente. Los bancos, tanto nacionales, como sobre todo internacionales, lo han hecho también, como ha quedado muy claro con la crisis financieras pasadas, en particular la de 2008.
- Esto con la complicidad del gobierno de los Estados Unidos y su Reserva Federal, al no tener un sistema de regulación apropiado, pues, por razones ideológicas, y de clase, confiaba en el mecanismo de mercado para auto-regular la actividad financiera, lo que en la práctica significaba favorecer políticamente los desmanes de los más ricos de la sociedad, que no reflejaban una mejor eficiencia económica, ni mucho menos, en contra de la gran mayoría de la población, tanto de ese país, como de los demás países, en particular de la gente más desamparada en términos político-económicos, los pobres en los países ricos, los países pobres, y los pobres de los países pobres.
- Un robo descarado a miles de millones de gentes en el mundo entero ocurrió por esta vía. Y se socavó la confianza en el valor del dinero y del sistema monetario-financiero a nivel mundial, con las consecuencias que esto trae en todos lados.
- Y esa confianza fue traicionada también por el gobierno mismo de los Estados Unidos directamente, no solo a través de su favoritismo por los banqueros, por ejercer el mecanismo de señoreaje sobre el mundo entero por su condición de emisor de la divisa mundial por excelencia. Robo, pues, y traición. Robo en montos enormes, y traición en la confianza de la gente, de consecuencias gigantescas sobre la pérdida de bienestar de miles de millones de personas en el mundo entero.
- Imaginemos el poder económico que tienen los bancos, los bancos centrales, y las agencias de calificación de riesgo a nivel mundial. Estas últimas tienen el gran poder de calificar la confianza que se tiene en una moneda emitida por un Banco Central determinado, de manera indirecta, al calificar la confianza que hay que tener en los bonos del gobierno de ese país, por ejemplo.
- Como se trata de un sistema de fe, pues, de confianza, si la gente se organiza políticamente, tiene todo el poder para incidir sobre las instituciones que garantizan esa confianza, sean privadas o públicas, sean nacionales, o internacionales. Sobre todo a este nivel, hace falta la acción política de la gente organizada para evitar la delincuencia de los países forajidos, y de las empresas financieras privadas forajidas. La gente, con los movimientos okupa, y los indignaos, está empezando a decir, en los hechos, ya basta.
- Lo primero que hay que hacer, es estar claros en esta materia, lo cual es uno de los objetivos de este documento. Y los gobiernos que representan al pueblo, a los pobres, no pueden dejar de percibir esa realidad.
- Internamente, por lo menos, deben proveer a sus representados de un sistema monetario creíble, y adecuado al bienestar económico y social. En particular, alta inflación, y recurrentes devaluaciones, son incompatibles con un gobierno de este tipo. Por la sencilla razón de que, aún si los salarios nominales van creciendo, quienes más se benefician y quienes menos se perjudican, en este río revuelto son los más poderosos, pues siempre tienen formas de evadir las consecuencias negativas de la situación, y hasta de aprovecharse de ella. Si este fuera el caso, ese gobierno favorece, por sus acciones, por sus efectos, más que por sus palabras, a los ricos, y no a los pobres.
“Emancipación” del papel moneda
- Hemos hablado de que la confianza de la gente ha sido traicionada, tanto por los gobiernos de Estados Unidos, como por bancos privados: se han estado prestando a sí mismos sin un respaldo, ni de oro, ni de crédito productivo. Inmediatamente surgen dos preguntas: una, si es posible que el dinero generado de esa manera tenga valor real. La segunda, cómo es es posible que ese dinero no tenga respaldo ni de reservas (ni oro ni divisas), ni de crédito.
- Cuando introdujimos la teoría de “dinero endógeno”, basado en el crédito, dijimos que los economistas tradicionales no podían explicar cómo ni porqué el dinero emitido por los bancos más allá del respaldo en reservas tenía sustentación económica real. Y que se criticaba el poder de los bancos para crear ese dinero. Sin embargo dijimos que tenía una función social económica: permitían que emprendimientos productivos que de otra manera no se realizarían, se llevan a la práctica, y todo el mundo se beneficiaba.
- Sin embargo, en el caso que estamos viendo, de gobiernos y bancos emitiendo dinero sin respaldo, ni de reservas, ni de crédito productivo, tendría que ponernos a pensar que ese dinero emitido de de esta manera no tendría, ni explicación, ni función social, por lo menos válida. Las preguntas que hemos formulado tienen que ver con todo esto.
- En cuanto a la primera pregunta, diremos que sí que es posible: dinero sin respaldo real, ni de reservas ni de crédito productivo tiene valor real. Lo primero que salta a la vista, es que, aún si no hubiera teoría, eso del valor real de este tipo de dinero es una realidad fáctica.
- La comprobación más clara y notoria de eso es lo que sucedió hace apenas unas semanas cuando Alemania, que tenía una cantidad importante de reservas de oro de su propiedad “resguardadas” por el Banco de la Reserva de los Estados unidos, pidió retirar ese oro (a cambio de dólares de los Estados Unidos, claro). La respuesta, para sorpresa de algunos (pero no de muchos otros, como nosotros), fue negativa. Así que esos dólares no tenían respaldo en oro, como ya se conocía cuando se rompió Bretton Woods.
- Notemos, sin embargo, que el dinero que hubiera usado Alemania para retirar ese oro, sigue teniendo valor real: ese país puede comprar otras cosas con esos dólares, por ejemplo petróleo venezolano. Y nosotros los aceptaremos voluntaria y hasta entusiastamente.
- Además, los casos en que ese tipo de dinero no tiene respaldo de créditos también abundan, como el de los déficits de los gobiernos que financian gastos ordinarios con emisión de dinero. Los mismos Estados Unidos han financiado guerras en el exterior emitiendo dinero sin respaldo, realmente, como mencionamos. El señoreaje es lo que caracteriza a este tipo de emisión, como decíamos: la gente los acepta como dinero, a pesar de que en la práctica eso pueda significar una pérdida de valor para ellos, aún aunque no lo sepan, por la vía de la inflación.
- Pero adelantemos una teoría de porqué esto ocurre, y luego hablemos de la relevancia de esto para nuestra propuesta cambiaria y financiera. Es muy sencillo. Imaginemos que hay una imprenta privada secreta que tiene mucha habilidad para imprimir billetes que parecen idénticos a los billetes oficiales, y cuyo costo de impresión es muy bajo por unidad comparado con el valor del bolívar en el mercado. El dueño de la imprenta “regala” los billetes a su hermano, entre otras personas. Este va a comprar comida en un supermercado. El cajero acepta los billetes como medio de pago. El supermercado los deposita en su cuenta en el banco.
- Como los billetes están bien hechos, solo la fe de quien los recibe es suficiente para que tenga valor. Así entran en el sistema monetario, y quien gana señoreaje es el dueño de la imprenta, no el gobierno. Notemos que estos billetes no tienen respaldo alguno, ni en reservas, ni en crédito. Y sin embargo tienen valor. Es exactamente lo mismo que ocurre con los gobiernos que hemos descrito: no tienen respaldo más que la fe de la gente. Son dinero de fe pura, podríamos decir. Pero tienen valor. Lo que pasa es que el gobierno se auto-otorga el monopolio de imprimir los billetes oficiales. Y a los “piratas” los declara ilegales, y mete preso al dueño de la imprenta si lo agarra.
Reservas internacionales de fe pura sin inflación
- Este dinero de fe pura tiene tanto poder, tanto valor, que en ocasiones no generan inflación en el mundo. Imaginemos una isla del Pacífico cuyo banco central, antes aislado, ve los billetes verdes y cree en ellos. Entonces emite su dinero a cambio de ellos cuando un poblador, exportador de pescado, se los vende. Los dólares de fe pura pasan a ser reservas internacionales, y no generan inflación porque hay una economía que antes estaba aislada, con bienes reales, que los absorbe voluntariamente, y como algo útil, además.
- Así, los EEUU se quedan con el pescado de la isla, a cambio de billetes sin valor intrínseco, acopiando señoreaje, pero sin producir inflación mundial, ni inflación interna en su país. Este ejemplo sencillo nos da una idea de qué es lo que ha ocurrido con la mayor parte de los dólares que han inundado al mundo, y sus consecuencias para la economía y la riqueza de los estadounidenses. Han hecho un servicio a la humanidad ayudando a la isla a incorporarse a la economía mundial....
Bancos de ahorro y préstamo emitiendo dinero de fe pura
- Imaginemos ahora una isla de las nuestras que tiene solo un banco que solo intermedia entre ahorristas e inversionistas y no genera dinero sobre las reservas para crédito. Podemos pensar en una economía con tipo de cambio fijo, extendiendo el ejemplo al entorno internacional, como venimos explicando.
- Supongamos que por presión, el banco en cuestión le da créditos al gobierno para gastos corrientes. Lo que ocurre entonces es que se va a generar inflación, sin duda alguna, producto de este señoreaje. Y además se va a generar un efecto sobre el tipo de cambio: tanto el valor interno, como el externo, de la moneda, se va a resentir.
- Es lo que ha pasado con algunos países con tipo de cambio fijo que no han respetado la restricción de que tipo de cambio fijo (o dolarización) es incompatible con política monetaria activa. Como consecuencia natural, esos regímenes cambiarios han resultado prácticamente imposibles de sostener, y han tenido que ir devaluando, irrespetando así su compromiso de mantenerlos, y la credibilidad de la gente en los mismos.
Bancos sujetos a corridas emitiendo dinero de fe pura
- Lo dicho nos prepara para el colmo del estiramiento de la creación de dinero de fe pura (dinero inorgánico, lo llaman en otros lugares). Imaginemos un banco en una de nuestras islas que está sometido a corrida bancaria, y que cierra su taquilla. Hay una cola de gente queriendo retirar sus depósitos, sus reservas. Pero el gobierno, en esa situación decide solicitar a ese banco que financie su déficit ordinario con sus notas bancarias.
- Como hemos visto, en esa isla las notas del banco cerrado circulan por motivos de fe pura. Están devaluados con respecto a las reservas, y si hay un mercado privado de reservas habrá lo que se llama mercado negro de divisas. Una emisión como la señalada es posible, como vemos, y lógicamente se generará inflación, además de una presión adicional sobre el mercado negro.
- Esto es exactamente lo que ha pasado en Venezuela en estos últimos años bajo el régimen de control de cambios: la taquilla está cerrada, las reservas están siendo racionadas, y, sin embargo, el banco central ha emitido bolívares para financiar el déficit del gobierno.
- Y encima de eso, el gobierno está culpando al sector privado productivo de generar inflación por motivos políticos, y de presionar el tipo de cambio del mercado negro hacia arriba por los mismos motivos.
- Abajo, con un gráfico, describiremos brevemente las implicaciones para el mercado negro de un régimen de control de cambios, y de incrementos en la cantidad de dinero de fe pura sobre ese mercado.
- Demás está decir, y repetir, que un régimen de control de cambios, sobre todo con un tipo de cambio fijo oficial, es completamente incompatible con financiamiento monetario del déficit fiscal. Una cosa contradice a la otra: es hipócrita, o el colmo de la ignorancia, pretender mantener un tipo de cambio oficial fijo bajo estas circunstancias, y emitir, a la vez, dinero para financiar déficits ordinarios del gobierno.
Guerras cambiarias
- Uno de los fenómenos acentuados por el rompimiento del acuerdo de Bretton Woods fue las “guerras cambiarias” entre países, sobre todo pequeños. La idea es que los sectores productivos de un país, para aprovecharse de los vecinos, con quienes comerciaban, presionaban a sus gobiernos para que devaluaran artificialmente, para hacer sus productos más atractivos que el del país vecino, y para acaparar el mercado interno frente a las importaciones de ese país vecino.
- Si esto se daba en un contexto de cierta estabilidad de comercio, en que ya habían políticas de incentivos a la sustitución de importaciones, como aranceles de importación, las devaluaciones por estas razones se vieron como una manera de dar la vuelta a esta estabilidad, y aprovecharse de la situación.
- Podríamos pensar en un juego del dilema del prisionero, en que, si no hay una relación de largo plazo porque la inestabilidad monetaria internacional lo impide, a los países vecinos no les conviene cooperar en materia cambiaria, sino entrar en “desvíos” de esa cooperación. Pues si uno de ellos coopera, manteniendo un tipo de cambio más o menos predecible, el otro país le conviene devaluar sorpresivamente, y aprovecharse de la manera descrita, como en el juego del dilema del prisionero.
- Un ejemplo claro de esta situación se dio en las relaciones entre Brasil y Argentina, cuando este último dolarizaba, y Brasil devaluaba. Los acuerdos comerciales de Mercosur se vieron totalmente afectados, pues la industria de Brasil se desarrolló a costa de la argentina.
- Otro caso es el de las relaciones cambiarias entre Venezuela y Colombia. Mientras el primero mantenía con frecuencia tipos de cambio fijo con relación al dólar, Colombia devaluaba, y la industria de Venezuela sufría las consecuencias, y los productos colombianos se hacían atractivos para el mercado venezolano, mientras que los venezolanos perdían atractivo en los mercados colombianos. La historia del desbalance comercial entre estos dos países a favor de Colombia tiene esto como lela de fondo, en gran parte.
Integración monetaria
- Si hubiera voluntad política entre los dos tipos de países descritos, les convendría llegar a acuerdos de largo plazo, en que ambos mejoran si cooperan en el corto plazo en materia cambiaria. Esto es precisamente lo que han hecho algunos países, al reaccionar ante el entorno internacional inestable en materia monetaria-financiera: llegar a acuerdos monetarios de estabilidad.
- La integración monetaria es un ejemplo de dichos acuerdos, en que los países involucrados deciden formar un Banco Central regional propio, con una moneda regional primaria emitida por ese banco central, de manera que los bancos centrales de los países dejan de tener las funciones que los caracterizaban, lo que implica que cada país del acuerdo renuncia a una política monetaria activa independiente.
- Eso implica, por supuesto, una política fiscal coordinada, y la renuncia a la monetización de deuda por los países del acuerdo, entre otras cosas. Pero no implica renunciar a la política monetaria como grupo frente al mundo, y como mecanismo de fomento de la salud monetaria-financiera y de desarrollo hacia el interior de la región en cuestión.
Surgimiento de alternativas al dólar como divisa
- No es una casualidad que, además de lo planteado de la integración monetaria en algunas regiones, haya surgido el Euro en Europa ante esta realidad del socavamiento de la confianza el el valor del dólar, en un intento de tener una divisa propia para operaciones al interior de esos países, y, en lo posible, a nivel internacional.
- Naturalmente se desarrollaron alianzas regionales o por países, para fortalecer las monedas locales, en respuesta a la situación. Lo que vemos hoy, de los BRICS tratando de usar sus propias monedas para sus transacciones, en vez del dólar, tiene el mismo sabor.
- La idea es que, en el mismo sentido descrito al principio, si surgen países, o grupos de ellos, con economías más eficientes, los bancos que las sirven empiezan a disputar al antiguo banco líder el privilegio de emitir el dinero divisa.
- Hoy por hoy, está planteado urgentemente la necesidad de instituir el Banco Central Mundial que evite todos los problemas que hemos tenido en materia del sistema monetario-financiero mundial. La ganancia de bienestar a nivel mundial sería enorme.