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Boicot contra Ulises en Venezuela y la lucha por la liberación

Felipe Pérez Martí

Movimiento Libertadores

3/5/2023, día de la Cruz de Mayo.

La gran mayoría de los venezolanos está engañada sobre mi persona y desconoce la labor del Movimiento Libertadores. Muchos de ellos creen que soy un corrupto chavista. Y me llaman comunista. He estado bajo varios ataques públicos últimamente, como se puede ver aquí: [1], [2] y [3]. No es casualidad, a pesar de que las fuentes de ataques han sido de orígenes aparentemente desconectados, como diré al final: la cosa también es espiritual, y la Cruz de Jesús venció al maligno. Nos está tocando a nosotros también transitar la vía del sacrificio, que es redentor y liberador.

Comprendo perfectamente cómo se siente la mayoría de los venezolanos con estas mentiras sobre mí y sobre los que ponen en peligro el dominio de quienes acaparan el poder en Venezuela. La gente es víctima del mismo enemigo, pero al leer este artículo se va a sorprender gratamente cuando vean mi razonamiento, que arrojará luz y esperanza, pues vamos a la raíz de las cosas y a la solución definitiva. En efecto, si la lógica del mercado y de la democracia funcionaran en Venezuela, si yo fuera candidato a líder en el país probablemente debería ser el más famoso y el más apoyado por la ciudadanía.

Pero las cosas están al revés, desde hace mucho tiempo, además, y les voy a explicar por qué y la manera de enderezarlas, sabiendo que la cosa no es fácil, pues incluye la derrota al maligno, el embaucador que nos quiere muertos y sufriendo para siempre. Pero la Luz vence a las tinieblas, como veremos.

Ulises y su fama

Comenzaré por preguntarles si saben por qué Ulises es famoso en toda la historia de la humanidad. Era un capitán de barco. Y su hazaña tuvo que ver con que pasó con éxito una prueba que ningún otro capitán había logrado pasar: atravesó sin naufragar el mar de las sirenas. Aquí ya había introducido el tema: [4].

Cuando los barcos pasaban por ese mar, lugar donde había normalmente grandes borrascas, profusión violenta de vientos y aguas, los marineros oían un canto irresistible de unas hermosas sirenas que les decía que se echaran al mar, pues iban a estar mejor que en el barco, donde estaban pasando demasiado trabajo. Si lo analizamos con frialdad, era algo así como que era mejor suicidarse que pasar tanto trabajo a bordo.

Todos los marineros preferían esa falsa ilusión y terminaban ahogados. El barco, sin dirección, naufragaba y no llegaba al puerto de destino. Se ahogaban los pasajeros y se perdía la mercancía que los comerciantes habían encargado al capitán para transporte al puerto de destino.

Pero Ulises fue único. Pasó por el mar de las sirenas incólume y llegó a puerto, despachando las mercancías que le habían encargado y llevando a los pasajeros a su destino.

Como consecuencia, todos los pasajeros o comerciantes contrataban a Ulises. Y los demás capitanes se ponían celosos. Pero no podían competir con él en buena lid (con transparencia, si la verdad era servida). La fama de nuestro personaje se extendió no solo en Grecia, sino en todo el mundo. Y en toda la historia, hasta ahora.

De hecho, el caso de Ulises se usa como modelo ejemplar en Teoría de Juegos, para describir situaciones similares y prescribir la estrategia óptima. Lo que hizo Ulises fue tomar medidas previsoras: amarrarse al mástil del barco y tapar con cera los oídos de los marineros sabiendo que en el camino encontrarían esa dificultad. Su pericia le hizo darse cuenta de que el problema era caer en la tentación del canto de las sirenas. Si eliminaba la tentación, lograría su objetivo. Si no oían a las sirenas, no iban a echarse al mar, y se iban a mantener en la lucha, para lidiar con los elementos y conducir el barco a pesar de la dificultad.

En Teoría de Juegos se habla de eso: antes de que el evento temido ocurra, en plena conciencia, el jugador evita llegar a él. Si es inevitable pasar por ahí, se las ingenia para que las circunstancias de la tentación no se den. Ulises lo hizo con los marineros. Pero él mismo tenía curiosidad sobre cómo era el canto de las sirenas, aunque quería asegurarse de que no caería en tentación a pesar de eso. Por tanto, dio órdenes a los marineros para que, bajo pena de muerte, no lo soltaran del mástil incluso si se los ordenaba en el momento.

Mi paso por el mar de las sirenas, tanto en el chavismo como en la oposición

En Venezuela es muy aplicable. Empecemos por decir que la contradicción principal en nuestro sistema político, como hemos demostrado en el ML, es entre la corrupción y la honestidad. Pasar por el gobierno sin haberse corrompido es rarísimo. Sobre todo en el gobierno de Chávez, con tantos recursos como se manejó y con tantas tentaciones que había.

Personalmente pasé por ahí. Y no me corrompí. Fui llamado por mi condición académica (profesor d el IESA, PhD en Economía, Universidad de Chicago), y Chávez, luego del golpe de Abril del 2002, formó una comisión de paz y diálogo en que estaba mucha gente, como Janeth Kelly y yo, profesores del IESA. En ese contexto me pidió ayuda y asumí una misión de diálogo para arreglar las cosas, incluso con quienes lo habían tumbado, las organizaciones empresariales. Hablé con Fedecámaras, Consecomercio, Conindustria, Asociación Bancaria, los gobernadores opositores (entre ellos Manuel Rosales) para llegar a un acuerdo en materia económica, con un plan pro-mercado.

Llegué al extremo de querer eliminar la corrupción e intentarlo seria y sistemáticamente, como he descrito, pues era Presidente de la Comisión de Transformación del Estado y ese era mi plan principal, basado en la transparencia y el “conocimiento libre” (usando software libre, por cierto), para que todo ciudadano pudiera efectivamente monitorear las transacciones del Estado, a todos los niveles. En particular los contratos con la empresa privada, además del desempeño de los empleados públicos y su riqueza antes y después de ser funcionario. Pero tuve muchas tentaciones de sirenas y vale la pena mencionar un par. El banquero Mezerhane, en alianza con José Vicente Rangel, me tendieron dos veces una trampa, en sendas embajadas árabes, para ofrecerme unas “princesitas”, un harén de muchachas jóvenes. Por otro lado, José Vicente Rangel me presentó a su hermana para que le consiguiera un trabajo a su esposo como fiscal de obras en Corpocentro. Por cierto que le extrañó muchísimo que me negara en rotundo, y me dijo que tenía que hacerlo, pues era el ministro del empleo. Le contesté que mi trabajo era promover el empleo en todo el país, como ministro jefe del Gabinete Económico. No emplear a gente.

Por si fuera poco, promoví el sistema de mercado en mi gestión. En lo de mi plan no me quedé en palabras, pues logré el régimen cambiario más exitoso que hemos tenido, de mercado puro y duro, de flotación limpia. Con una sola tasa, con transacciones libres de dólares y divisas en cualquier banco, por cualquier ciudadano. ¿Cómo me pueden tildar de comunista, o socialista siquiera?

Por último, si fuera chavista, tendría a Chávez como mi jefe, tanto en lo personal como en la ideología. Pero le dije que tenía otro jefe, por encima de él. Tanto cuando me contrató, como cuando me despidió. En el primer caso le dije que yo tenía un “Comandante Supremo” (de ahí viene la expresión, que yo creé, como se ve, y luego se tergiversó). En el segundo, cuando me despidió, me envió a “otro destino”, como estilan los jefes militares cuando cambian de puesto a un soldado. Las alternativas que me dio fueron la embajada de Argentina, o la representación en el Banco Mundial. Mi respuesta fue “No te preocupes, que soy un soldado del Reino de Dios”. Como queriendo decir: mi jefe es mi Comandante Supremo (él ya sabía que me refería a Dios). Es paradójico, pero mi salida no tuvo que ver tanto con Chávez como con la oposición. El paro petrolero, que Fedecámaras, la CTV y el resto opositor, impulsó p ara echar a Chávez de nuevo, fue lo que precipitó mi caída, pues mi plan de diálogo pro-mercado no tuvo éxito precisamente porque los empresarios y opositores no me apoyaron. Querían el caza-rentismo, no el sistema de mercado, con una economía social estándar en una democracia occidental. Eso echó a Chávez a las manos de Fidel Castro y yo ya no servía para ese nuevo propósito. Como vemos, en realidad salí por no prestarme a la corrupción ni ser útil en eso del Socialismo del Siglo XXI, que entonces fue cuando empezó.

Pero mi labor por la democracia y la honestidad no se paró en mi gestión de gobierno. Junto con un equipo de patriotas militares, policías, resistencia civil entrenada, el Movimiento Libertadores, que lidero, con el apoyo del entonces Donald Trump, estuvo a punto a finales del 2019 de dar el contragolpe para sacar a Maduro y al sistema. Guaidó iba a ser el presidente de una Junta de Transición de cinco años y yo iba a estar entre los cinco miembros porque los patriotas militares insistieron. Aquí narro parte de lo que ocurrió [5].

Por si fuera poco, fui el de la idea de realizar el Plebiscito del 2016, y he liderado el Movimiento Libertadores, que tuvo su origen en ese evento, desde que la MUD lo traicionó, promoviendo la alianza de los del coraje, un el Pacto Republicano, cuyo programa de Gobierno de Transición aprobó la misma Casa Blanca de Trump en esa ocasión, cuya presentación puede encontrarse aquí: [6]. Lamentablemente Guaidó, que en un momento estuvo de acuerdo con la operación, fue disuadido por el caza-rentismo y nos traicionó cuando este se dio cuenta de que íbamos a quitar y cambiar el sistema, no solo a Maduro.

Está claro, pues, que pasé exitosamente por el mar de las sirenas, tanto en el chavismo-madurismo, como en la oposición corrupta, mientras que innumerables funcionarios (incluso antes de Chávez) salieron ricos de la administración pública. Si la lógica democrática y de mercado, funcionara en nuestro país, entonces debería ser muy famoso en Venezuela y quizá en el mundo, como Ulises, pues el caso de la política en el país Venezuela es equiparable a la del comercio de transporte en el país Grecia.

¿Por qué la lógica de mercado ni democracia funciona en Venezuela?

Algo muy raro está pasando, entonces. ¿Por qué es al revés y la mayoría de la gente me rechaza por presunto chavismo, socialismo, corrupción y comunismo? ¿Por qué no soy estimado por los votantes en Venezuela como Ulises fue apoyado por los comerciantes y los pasajeros siendo que pasé por el mar de las sirenas sin caer en tentación? Algo anda mal en Venezuela. ¿No te parece?

La explicación va al meollo del problema en nuestro país y concuerda con nuestro diagnóstico sobre la causa principal de nuestra situación: la corrupción institucionalizada, que viene de nuestra enfermedad de la Maldición de la Abundancia.

El síntoma de Economía Política de esta enfermedad es que el que manda en Venezuela es un cartel de mafias delincuenciales, que usan a los políticos y muchas otras instituciones como títeres, incluyendo las mediáticas. Lo comunicacional es crucial en su dominio sobre la población. No son los ciudadanos los que mandan. No es como el caso de Grecia en que son los comerciantes y pasajeros los que deciden si contratan a Ulises o a otro. Son los otros capitanes de barcos rivales al de Ulises, que han conformado un monopolio que impide que los clientes puedan acceder a los servicios del que tiene cualidades probadas para servirles mejor.

En Venezuela es peor, pues no solo es un monopolio, que ya es malo, sino que es un cartel delincuencial. Que no lava ni presta la batea, pues no sirven para administrar el servicio de transporte al no tener capacidad para pasar exitosamente por el mar de las sirenas. Y eso viene desde el inicio mismo de la era petrolera, que incluye a la cuarta república, como bien se sabe en la literatura especializada sobre esta enfermedad dela Maldición de la Abundancia, pero el cartel de caza-rentas ha convencido a la gente que el problema es solo Chávez. Fueron en realidad los que dieron el golpe de Estado de nueva generación que sacó a Carlos Andrés Pérez en su segundo gobierno. Usaron el Congreso, la Corte Suprema, la Fiscalía, los medios, muchos intelectuales de la élite caraqueña.

A quien quiera cambiar ese orden de cosas, incluyendo a los Ulises venezolanos, le hacen todo tipo de boicots. Les inventaban todo tipo de infamias, como en mi caso. Sobre todo en mi caso, pues yo no solo pasé por el mar de las sirenas, sino que intenté eliminar el mar de las sirenas. Como Miguel Rodríguez, con el gobierno de CAP II.

La lucha no es fácil, pues ¿cómo es posible que las cosas estén completamente al revés y a Ulises, en vez de ser apreciado, se le vilipendia y las víctimas se creen los cuentos del enemigo? El maligno ha convertido a nuestro país en un lugar endemoniado, que cambia las cosas y llega al extremo del canto de sirenas oído por mucha gente, que realmente implica suicidarse en vez de seguir luchando. Por estas paradojas tan grandes, que no se han visto en lugar alguno, es que he dicho que Satanás, el mentiroso y divisor de las fuerzas del bien, ha escogido a Venezuela para condenar al mundo, así como Dios escogió a Israel para redimirlo.

Satanás y los agentes de la esperanza

Como vemos, cuando en Venezuela surge gente, en distintas épocas, por lo menos desde Carlos Andrés Pérez en su segunda gestión, ha querido realmente cambiar las cosas de raíz para quitar el poder a los caza-renta y darlo a su verdadero propietario, los ciudadanos, entonces el sistema monopólico corrupto descrito, con todos sus medios y agentes a su servicio, comunicacionales, institucionales y fácticos los ataca inmisericordemente. Una de las mejores cosas que ha pasado es que ahora vemos la luz.

La luz vence a las sombras. Sabemos ahora quiénes son los enemigos y quiénes los aliados y estamos reinterpretando la historia para darle su verdadero significado. El asunto es no solo quitar a los títeres en monopolio, los capitanes de barco egoístas que sirven a la mafia, sino al sistema que los alimenta. Sobre esto último sabemos, como hemos explicado, que el remedio técnico es sencillo y fácil: el Fondo Petrolero tipo Noruega, que le quita la renta a los caza-renta, y se la da directamente a los propietarios legítimos, los ciudadanos. Pero el remedio político es muy difícil porque quitarles la renta petrolera y minera a los que mandan no va a ser sencillo, y en eso estamos embarcados con mucha fuerza muchos de nosotros.

Decía al principio que yo podría ser un excelente candidato para ser parte del liderazgo más famoso y aclamado en el país. Ya vemos porqué no lo soy, sino al revés: la gente me rechaza por las mentiras sobre mí, que tienen que ver con las mentiras sobre el país mismo, la política retorcida y la falta de democracia incluso desde antes de Chávez. Ahora bien. Incluso si fuera famoso y aclamado, he expresado repetidas veces que no aspiro a cargos públicos y prefiero promover el poder ciudadano, con sus líderes auténticos desde la base. En todo caso, aunque haya pasado por el mar de las sirenas, no necesariamente soy el mejor para los cargos más altos de gobierno, pues también tengo defectos y carencias, he cometido errores y hay otros venezolanos que pueden hacer un mejor trabajo a esos niveles. Sin embargo, cada quien puede aportar su parte, trabajando en equipo, cada quien en su mejor área de experticia.

Estamos, pues, en la lucha en que los clientes de Ulises se están organizando para restaurar sus derechos de libertad de escogencia en el mercado. La libertad, pues, es un principio crucial aquí y requiere otro principio que hay que defender así cueste, pues vas contra-corriente: la verdad, que despeja las mentiras y permite el ejercicio de esa libertad. La esperanza viene del tipo de gente que está en esta lucha, que incluye, entre otros, al Movimiento Libertadores, la Coalición Sindical, la Fuerza Libertaria, los Templarios de la resistencia civil, los militares patriotas, el Movimiento Libertadores. Hablando de nombres, están, entre otros, Miguel Rodríguez Fondeo, Javier Nieto Quintero, Iván Carratú Molina, Tamara Suju, Enrique Aristeguieta Gramko, Camacuro Araujo, Víctor Rodríguez. Y muchos más que ustedes ya estarán vislumbrando de cara al futuro.

Para finalizar, es bueno notar que mientras el desgobierno delincuencial de Maduro está implosionando, la gente en la calle está explosionando. La desaparición del salario decretada por Maduro el 1 de Mayo y la gran decepción que originó, incluso en sus propias filas, está acelerando esos dos procesos que van en paralelo como nunca. Recordemos que hemos estado impulsando el Plan B, de nuevo liderazgo para el país, pero desde abajo fundamentalmente, no desde arriba, desde las cúpulas y las élites caza-renta. Y el Plan C, de insurrección popular con apoyo militar patriota. Estamos pendientes ensamblando y artillando nuestro Hummer, para enfrentar en su momento al Volkswagen belicoso, ahora en franco desbaratamiento, que recurre al terror y al miedo en la gente, usando al diablo para ello. Pero con la ayuda de Dios estamos en camino del exorcismo y la liberación, pues ya el pueblo está perdiendo el miedo y pensando en grande. Con razón estamos siendo atacados sistemáticamente, desde diversos orígenes aparentemente desligados. Cuando los perros ladran es porque estamos andando, Sancho, le decía Don Quijote a su fiel escudero.

Referencias

1. Ataque del G2 cubano

https://www.quehacer.wiki/wiki/Me_incluyen_en_una_lista_ap%C3%B3crifa_de_corruptos.

2. Ataque de Daniel Lara Farías

https://www.quehacer.wiki/wiki/Los_nuevos_ataques_de_Daniel_Lara_Far%C3%ADas

3. Ataque del MC 21 N. Una muestra de mi defensa:

https://twitter.com/Sabiens/status/1652700245380456449?s=20

4. Como Ulises, soy buen candidato para la Junta de Transición:

https://www.quehacer.wiki/wiki/Como_Ulises,_soy_un_buen_candidato_para_la_Junta_de_Transici%C3%B3n

5. Circunstancias del Contragolpe traicionado por la oposición corrupta:

https://www.quehacer.wiki/wiki/%C2%BFMand%C3%B3_a_matar_Leopoldo_L%C3%B3pez_al_General_Cl%C3%ADver_Alcal%C3%A1%3F_Analicemos_la_evidencia

6. Plan de gobierno de Transición aprobado por Donald Trump: