¿Qué pasará el 28? ¿Qué debemos hacer ahora?

¿Qué pasará el 28? ¿Qué debemos hacer ahora?


Felipe Pérez Martí

Movimiento Libertadores

27 de Julio de 2024.

Estimados todos. Una de nuestras líderes de base tenía inquietudes muy válidas, que difundimos estos días por audio. Aquí le respondo, por partes, pensando en aclarar muchas dudas de los venezolanos sobre lo que viene. La primera se refiere a nuestro enfoque geopolítico y espiritual, que exponemos hoy.

Puede que Maduro caiga a partir de las elecciones de mañana. Pero lo vemos muy difícil. Hay que prepararse para lo peor. Hace un tiempo, en el contexto de los acuerdos de Barbados, la salida podía haberse garantizado por elecciones como producto de un acuerdo negociado, pues el desgobierno cubano en Venezuela, que coordina una mafia de organizaciones delincuenciales y tiene como títere a Maduro, se había debilitado muy notablemente, sobre todo en lo popular y lo militar. Pero las cosas cambiaron cuando el desgobierno pateó la mesa de negociaciones. Porque las cosas han cambiado, y lo que determina el resultado es, más que todo, la situación geopolítica internacional, que tiene un componente determinante espiritual, que muchos olvidamos y nuestros políticos nos lo ocultan.

Por ejemplo, la posición de occidente, liderada por el Estado Profundo, se ha debilitado frente al bloque oriental, que lideran Rusia, China e Irán. Producto de lo que ha ocurrido en Ucrania e Israel, estamos al borde de la tercera guerra mundial, nuclear, que es ya irreversible. Todos los gobiernos, la mayoría en secreto, han optado por uno de los dos lados en conflicto. Pero no creamos que la parte buena del componente espiritual del conflicto está del lado de occidente y la mala de oriente: está en los dos lados, pues el objetivo del diablo es que los ciudadanos nos enfrentemos entre nosotros optando por uno u otro bando y matemos todos. Satanás y sus huestes malignas se han estado metiendo en la política, la economía, las instituciones y las personas desde hace tiempo para preparar lo que está al borde de ocurrir. En particular a través de los líderes del conflicto, que llevarían a los ciudadanos a la guerra, la confrontación fratricida y la muerte.


Dado ese contexto y los desarrollos geopolíticos, el régimen cubano en Venezuela ha decidido usar la carta internacional como su tabla de salvación, y por eso cambió su posición en la negociación sobre el conflicto interno. Está dispuesto, con apoyos de Rusia, Irán, Hezbolá, ELN, FARC, colectivos, mafias de la droga y de la minería, a mantenerse en el poder a sangre y fuego. En ese contexto, usará la opción de la guerra con Guyana por el Esequibo, si es necesaria. Está dispuesto y preparado para matar y apresar a mucha gente si es necesario.

Es cierto, aunque muy poco probable, que el régimen podría salir. Pero sin un apoyo militar de la administración de Joe Biden para enfrentar el fraude electoral, que está cantado, eso no va a ocurrir. Ese apoyo no ha estado planificado, según nuestro análisis, que pueden ver en nuestros últimos cuatro comunicados, referenciados abajo. Pero ahora menos, desde el atentado fallido contra la vida de Donald Trump y el gran desorden interno posterior en la administración, ilegítima, por cierto, de Biden.


Pero no hay que descorazonarse. La salvación viene del lado bueno de este conflicto, que es fundamentalmente espiritual, si profundizamos en el análisis. Lo que ha estado pasando en Venezuela, y en el mundo entero, hay que verlo desde esa perspectiva, pero en serio, más allá de las palabras. La humanidad ha degenerado y se ha pervertido a tal punto en prácticamente todo el mundo, con sus matices, como en el caso venezolano, que viene un gran castigo divino y una gran purificación por parte de Dios.

Solo así podrá salvarse parte de la raza humana de una guerra nuclear y todo lo que significa. Sin una intervención directa de Dios, toda la humanidad perecería en muy poco tiempo, dado el poder destructivo y de contaminación radioactiva de las nuevas armas, para las que las bombas de Hiroshima y Nagasaki son un juego de niños. El castigo, llamado Gran Tribulación en el libro del Apocalipsis, incluye además grandes cataclismos naturales, cuyas señales ya hemos estado viendo, con los terremotos en aumento, las grandes tormentas, los cambios bruscos de clima y el comportamiento animal. Si Dios no interviniera, estaría en contradicción consigo mismo, pues perdería sentido la venida de Jesús y las promesas de salvación para quienes tienen fe y para quienes se conviertan.

Sobre el apocalipsis y su castigo asociado, Venezuela ha estado padeciéndolo desde hace tiempo, si lo pensamos bien en términos de esta lucha espiritual entre el bien y el mal. Incluso desde la cuarta república, no solo desde Chávez, si somos serios en el análisis, como lo hemos dicho nosotros. No creamos que nuestros padecimientos han sido solo por lo político. Provienen fundamentalmente de lo espiritual: el mal se ha estado adueñando de nuestro país y de nuestras almas, en particular de nuestros políticos, nuestras instituciones, nuestras cultura y nuestras organizaciones, incluidas las políticas y las de la sociedad civil. No solo del lado rojo, sino también del lado azul y del negro (el del Estado Profundo). Como muestra de la degeneración mundial solo tenemos que ver qué está pasando en Francia, con las Olimpíadas. No por casualidad se ataca ahí al cristianismo: es el enemigo del diablo, que ha poseído a toda esa gente que se ha burlado de Jesús y su mensaje con imágenes y actos de adoración satánica.

Es claro que en el rescate de Dios no todos se salvarán: el trigo será protegido y la cizaña echada al fuego. Pero previamente Dios, en su infinita misericordia, dará una última oportunidad también a quienes han estado actuando del lado malo en este conflicto espiritual entre el bien y el mal. No solo del lado rojo, sino del lado azul y del negro. Pero sus probabilidades de salvación son ínfimas si no se convierten radicalmente cuanto antes. Así que aprovechemos lo que nos está ocurriendo, incluyendo lo del 28 y durante los días posteriores, para acercarnos a Dios, pues “los buenos” también están en grave peligro de condenarse si no se ponen a derecho en materia espiritual. Reiterando, pues, nuestro análisis, estamos en tiempos apocalípticos y la solución es apocalíptica, tanto para el mundo como para Venezuela, como lo decimos aquí ([1]).

Qué hacer mañana durante la elecciones


Para mañana, durante las elecciones, hagamos lo que hemos estado recomendando: vayamos a votar si lo deseamos, pero con cautela. Defendamos el voto al final si lo queremos, durante el conteo. Pero, con cautela. Si vemos que el desgobierno recurre a la violencia ante las reclamaciones por fraude, no caigamos en la provocación. Hay que proteger la vida. Si no hay garantía de una acción de fuerza que sea capaz de neutralizar el poder de violencia del régimen cubano en Venezuela y toda su red delincuencial, ya preparada para una guerra anunciada, no defendamos el voto con nuestras vidas. No vale la pena y es totalmente irresponsable de la dirigencia pedir eso al pueblo venezolano.

El guerrero exitoso primero gana la guerra, porque está preparado con una fuerza relativamente superior usando la estrategia óptima, y luego se despliega en batalla. El guerrero fracasado va primero a la guerra, sin un plan ganador, y luego trata de ganarla (Sun Tzu). Como dijimos, el apoyo militar del régimen de Biden no se va a materializar, según nuestros cálculos. Sin ese componente, el desgobierno no va a salir: va a hacer fraude y lo va a imponer por la vía de facto, usando tanta violencia como sea necesaria, ante un contrincante relativamente inferior en esa materia. Con palos y piedras no podemos contrarrestar las balas del enemigo.


El plan del Movimiento Libertadores: el de Dios


Por su parte, en el Movimiento Libertadores, junto con todos nuestros aliados militares, policiales, de resistencia civil organizada, y de trabajadores, estamos actuando como el guerrero exitoso. Pero el plan respectivo va incluso más allá de nuestra capacidad: es el Plan de Dios para estos tiempos apocalípticos, que pueden ver aquí con algún detalle, en particular el apartado de los Refugios Móviles ([2]). La alternativa a la propuesta del guerrero fracasado de la oposición, que lamentablemente creemos que se verá mañana y en días posteriores, es la propuesta triunfadora, la nuestra. Pero no se basa en nuestras fuerzas y nuestras promesas, sino en las de Dios.

Es importante aclarar, como lo detallaremos en comunicados posteriores, que Dios es quien escoge a su ejército de salvación, que será parte del remanente fiel que mencionamos arriba. Por tanto, el Movimiento Libertadores no tiene garantizada su escogencia. Todos somos candidatos, incluso quienes han estado del lado malo del conflicto espiritual, si se convierten.

Notemos que, como el conflicto es mundial, con armas nucleares, químicas y bacteriológicas, el Movimiento Libertadores y sus aliados, incluso si es con Donald Trump, a quien estamos apoyando en las elecciones de Estados Unidos (ver [3]), no podemos, solo con fuerzas terrenales, neutralizar y ganarle al enemigo, que es realmente Satanás y todas sus huestes, que actúan detrás de sus agentes políticos y de todo tipo. Sin Dios, nada podríamos contra ese contrincante tan poderoso, al mando de las maquinarias de guerra que incluyen su gran poder en lo económico, lo político, lo militar, lo mediático, lo tecnológico y lo médico-farmacológico. Las falsas promesas y las falsas ilusiones, parte de la guerra comunicacional, en medios y en redes sociales, vienen del diablo y sus falsos mesías terrenales.

Como vemos, ha llegado la hora de la fe. Una fe inquebrantable. Y del amor. Amor por nuestros semejantes, especialmente por quienes más necesitan nuestra ayuda: la gran mayoría del pueblo venezolano, que ya ha sufrido suficiente castigo desde hace tiempo. Y la gran mayoría de los ciudadanos de a pie de todo el mundo, incluyendo los de los países oprimidos de una manera u otra y/o en conflicto, como Rusia, Ucrania, Israel, Gaza, Irán, China, Taiwán, Cuba, Nicaragua, México, Brasil, España, Francia, Canadá, Australia, etc.

Para finalizar, creemos que la acción de liberación de Dios y su ejército escogido comenzará pronto. Cuestión de meses, no de años, como lo ha dicho el p. Michel Rodrigue, profeta principal en estas materias. Quizá hacia finales del año en curso. Estemos pendientes y vamos a estar informando al respecto.


Referencias:


1. El Ángel de la Paz para Venezuela, la liberación y su carácter apocalíptico:

https://www.quehacer.wiki/wiki/El_%C3%81ngel_de_la_Paz_para_Venezuela,_la_liberaci%C3%B3n_y_su_car%C3%A1cter_apocal%C3%ADptico

2. El plan de Dios para los tiempos Apocalípticos:

https://www.quehacer.wiki/wiki/El_Plan_de_Dios_para_los_tiempos_apocal%C3%ADpticos


2. Apoyo venezolano a Donald Trump:

https://www.quehacer.wiki/wiki/Apoyo_venezolano_a_Donald_Trump