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Los Refugios contra la guerra nuclear

Felipe Pérez Martí

27 de Diciembre de 2022.

Video de referencia: https://youtu.be/xTH2lmnCQTM

Hola, todos. Hoy les comienzo a hablar de lo prometido para protegerse de lo que viene. He estado diciendo que es inminente una guerra mundial nuclear, devastadora. Se predice con cierta facilidad desde la Teoría de Juegos. Pero es que esa predicción coincide con las insistentes profecías marianas al respecto: viene el “Castigo” luego del “Aviso”, la “Amnistía” y el “Milagro”. He hablado de estos dos últimos como manifestación de la infinita misericordia de Dios antes de la Gran Tribulación apocalíptica: El Aviso nos va a aclarar qué es el bien y qué es el mal, pues hemos estado tan absolutamente confundidos por el demonio, desde hace mucho tiempo, que ni eso sabemos con claridad. Durante la Amnistía, que sucederá luego, podremos optar por Dios o por el diablo. Incluso si hemos sido muy malos, pero queremos arrepentirnos y enmendar nuestro camino. Claro que si estamos mejor preparados, como nos piden Jesús y nuestra Santísima Madre una y otra vez, podremos lidiar mucho mejor con estos eventos: el sufrimiento por el cambio no va a ser tanto. Y la posibilidad de escoger al diablo (y al infierno por esa vía) se minimiza. El Milagro será una suerte de Transfiguración, en la que podremos ver parte del mundo invisible, lo cual ayudará a convertirse a las personas que aún no lo han hecho y todavía tienen algo dentro de sí que les dice que la opción del diablo no las deja satisfechas. Esto ocurrirá no en todo el mundo, sino solo en los lugares de apariciones marianas, por ejemplo Garabandal, Betania (Venezuela), Fátima, Lourdes, lugar de la Guadalupe en México, Medjugorje, etc. Pero es interesante que ese evento durará para siempre, en particular durante el Castigo.

En efecto, el Castigo, o Gran Tribulación, viene luego, con el Anti-Cristo comandando las fuerzas del mal, e incluirá, además de la guerra final descrita, grandes hambrunas, hiperinflación, sequía, inundaciones, maremotos, terremotos, plagas mortíferas como nunca, etc. Ha sido anunciado en muchos lugares, pero con mucha fuerza en Garabandal, España, entre 1961 y 1965. Como vemos vemos, se trata de algo mucho peor, por si fuera poco, de solo la guerra nuclear que, sin Dios de por medio, destruiría no solo la raza humana, sino la Tierra, tal como la conocemos.

¿Pero es que Dios nos va a abandonar a quienes hayamos escogido su camino? El evangelio de hoy, que reproduzco abajo, nos da la clave, evocando lo que pasó con Noé y su arca: mientras quienes hayan escogido a Satanás perecerán, la gente en gracia se salvará. En tiempos de Noé se había estado advirtiendo a la gente que se convirtiera, pero muchos no lo hicieron. Seguían en su Sodoma y Gomorra, tanto política, como personal. Ahora también se nos ha advertido y muchos no quieren oír, incluso cuando venga el Aviso, la Amnistía y el Milagro.

Para ayudarlos un poco, les paso el vídeo de referencia, en que el reputado peridista, escritor y director de cine José María Zavala, quien experimentó una gran conversión gracias al Padre Pío, narra un resumen sobre su investigación en relación al milagro del “refugio espiritual” que protegió a cuatro sacerdotes de la bomba de Hiroshima en la segunda guerra mundial. Casualmente ocurrió el día de la Transfiguración. Ellos estaban casi en el epicentro y solo fueron afectados por unos vidrios que cayeron de las ventanas, pero no de la bomba en sí. Pero no solo eso: jamás fueron afectados por la radiación.

Les estaré hablando de este tipo de milagros en relación a los Refugios que vienen para nosotros. Ese es uno que podemos constatar. Aquí les paso una clara profecía hecha por Dios Padre al Sacerdote canadiense Michel Rodrigue, líder máximo del consenso profético, en que se le revela el verdadero significado del Salmo 91, el salmo por antonomasia de los refugios:

https://www.quehacer.wiki/wiki/El_tiempo_de_los_refugios

Para finalizar, les anexo el evangelio, que recomiendo leer con detenimiento. Es corto, pero contundente, como verán:

Mateo 24,37-44:

“En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: la venida del Hijo del Hombre recordará los tiempos de Noé. Unos pocos días antes del diluvio, la gente seguía comiendo y bebiendo, y se casaban hombres y mujeres, hasta el día en que Noé entró en el arca. No se dieron cuenta de nada hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos. Lo mismo sucederá con la venida del Hijo del Hombre: de dos hombres que estén juntos en el campo, uno será tomado, y el otro no; de dos mujeres que estén juntas moliendo trigo, una será tomada, y la otra no. Por eso estén despiertos, porque no saben en qué día vendrá su Señor. Fíjense en esto: si un dueño de casa supiera a qué hora de la noche lo va a asaltar un ladrón, seguramente permanecería despierto para impedir el asalto a su casa. Por eso, estén también ustedes preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que menos esperan”.

Es conveniente anexar también la segunda lectura, de San Pablo, para quienes tengan tiempo, para que dejemos los malos caminos:

Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 13,11-14.

HERMANOS: Comportaos reconociendo el momento en que vivís, pues ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. La noche está avanzada, el día está cerca: dejemos, pues, las obras de las tinieblas y pongámonos las armas de la luz. Andemos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria y desenfreno, nada de riñas y envidias. Revestíos más bien del Señor Jesucristo.

Finalmente la primera lectura, del Libro d el Apocalipsis, para quienes quieran profundizar aún más, y vean que todo está conectado, pero no es coincidencia, sino providencia:

Isaías 2,1-5

VISIÓN de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén. En los días futuros estará firme el monte de la casa del Señor, en la cumbre de las montañas, más elevado que las colinas. Hacia él confluirán todas las naciones, caminarán pueblos numerosos y dirán: «Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, la palabra del Señor de Jerusalén». Juzgará entre las naciones, será árbitro de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra. Casa de Jacob, venid; caminemos a la luz del Señor.

Cordialmente y pendientes, que ahora es cuando viene lo bueno (¡para los buenos!),

Felipe