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<big><big>'''¿Es conveniente para la oposición honesta impulsar un Referéndum Revocatorio?'''</big></big>

Felipe Pérez Martí

'''Movimiento Libertadores'''

26 de Octubre de 2021. 

Las elecciones del desgobierno y la oposición corrupta de Noviembre va a ser un fracaso para el pueblo venezolano, y a favor del enemigo: los caza-renta, rojos y azules, nacionales e internacionales. Ante esto, algunos actores honestos está proponiendo ir a un Revocatorio el próximo año. 


Sobre eso, les paso este intercambio en el chat de Qué Hacer entre Ettore Lubisco (miembro del Pacto Republicano), Melquíades Pulido (de Soy Venezuela) y yo: 

Ettore:

Yo Me pregunto:

1- ¿Como “revocamos” a un señor que estamos diciendo desde hace años, que usurpa?

2- ¿Es presidente legal o no lo es?

3- Si lo revocamos sobre la base de que es Presidente…
¿Como queda el mentado gobierno interino? ¿Se anulan todas las actuaciones y se niega su existencia temporal?

4- Con el porcentaje que se adivina de abstención y sin aún saber si existe algún avance de la democracia y sus atributos. ¿Ya estamos seguros de que es una opción creíble o solo es más apertura “a cualquier opción”

5- ¿UNIÓN? ¿Frente a un escenario inexistente y solo, única y exclusivamente osando por el filtro electoral?

'''¿ES EN SERIO?'''

Melquíades:

El primer paso , quizás el único,  de ese RR es contra Guaidó. Una  pregunta que me queda es por qué Guaidó no se defiende del G3 que a todas luces lo tiene sentenciado?  Le tendrán secretos?  Guaidó también les debe tener algunos. Y no hundirse solo.

Felipe:

Hola, Melquíades y todos. Muy bueno lo de Ettore. Por otra parte, Guaidó también es un usurpador. La Consulta Estafadora lo convirtió en ilegítimo, junto con la Asamblea Nacional que lo nombró, pues, como hemos explicado, implicó que se le quitó el poder de decisión al pueblo para designar una nueva dirigencia, un gobierno legítimo, y una AN legítima. Son ahora ilegítimos de derecho y de hecho también, pues no tienen aceptación. Al contrario, experimentan un tremendo rechazo popular, y también internacional. 

El plan A que impulsamos es que, en vez de la Consulta Estafadora, realizáramos unas elecciones en un evento tipo 16J para elegir nuevo gobierno y nueva AN. Ante lo que  ocurrió, lo que está planteado son los planes B y C, basados en el plebiscito y la consulta al Poder Originario realizada el 16J, cuyas decisiones están vigentes y no prescriben. 

La primera pregunta de ese Plebiscito resultó en una decisión contra el régimen de Maduro. La segunda es la base del Plan C (Exigir a la fuerza armada patriota restituir el orden constitucional).

La tercera pregunta resultó en la decisión de elegir un gobierno legítimo, que es el Plan B: elegir, mediante una nueva Consulta al poder originario, una nueva dirigencia política, que sería legítima y gobierno, para la transición. Además, uniría a la oposición, por lo que se interpretaría también como unas elecciones “primarias” en la lucha de facto contra el desgobierno. 

Como todo esto requiere de la participación electoral y fáctica del Poder Originario, al Plan C lo llamamos "Insurrección popular con apoyo militar patriota".  Lo ideal es que este plan insurreccional, que es en realidad el ejercicio del derecho universal a la rebelión (consagrado como legítimo desde Santo Tomás de Aquino, en la Edad Media) se realice en conjunto con el Plan B, pues la dirigencia electa lo impulsaría y gestionaría, llamando en este proceso al concurso de la comunidad internacional, además de a todas las fuerzas patriotas honestas y del coraje. Pero si no es posible, por la tremenda división que hay en la oposición, y los egos que campean ahí, vamos a impulsarlo de todas maneras, pues tiene base legal en sí mismo, por el plebiscito del 16J. Y el pueblo se activa de esa manera por sí mismo para actuar y  apoyar a la fuerza armada patriota. Requiere fuerza, como la del apoyo internacional, pero el liderazgo de esa operación es de venezolanos, militares y civiles.

El Movimiento Libertadores, la misma organización que realizó el evento histórico del 16J, ya está en proceso de activación de esos planes. Implica la conformación y activación una alianza política aplica para que apoye todo esto, el Pacto Republicano. 

Los tres componentes de esa alianza son la sociedad civil independiente, los partidos no corruptos, los militares patriotas, y la comunidad internacional que apoye. Todos con la estratega del coraje: salida por la fuerza. Tanto de Maduro, China, Cuba, Rusia, Irán, guerrilla, para militares, carteles de delincuencia, etc., como del sistema cazarenta. Esto último requiere un gobierno de transición de cuatro años. 

El Plan B requiere una coalición incluso más amplia, que llamamos un Frente Patriótico, que debe incluir a Guaidó y la MUD, pues en la elección no debemos excluir a nadie, excepto al PSUV, que debe ser excluido como se excluyó al partido Nazi en Alemania luego e la segunda guerra mundial, por sus crímenes contra la humanidad.
 
A ver qué les parece, y a ver si se suman quienes no lo hayan hecho todavía. 

En eso estamos, desde la base, con los nuevos líderes, las trufas blancas. 

Es una tarea nacional venezolana. No sólo territorial. Por tanto incluye a todos los venezolanos, también en la Diáspora. 

Hasta aquí el debate. A ver qué les parece. 

Cordialmente y pendientes

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